lunes, 31 de octubre de 2011

Por mucho que le pese a la caverna, el Madrid sabe lo que le espera.

A punto de iniciar el mes de noviembre, aún lejos de la fase realmente decisiva de la temporada, pero cada vez más cerca del choque de liga en el Santiago Bernabéu, va aclarándose, un año más, el diario de ruta que piensa seguir la caverna más irredenta.

Está cada vez más claro que el villarato no existe, y sin embargo, se aprovechan resquicios hilarantes para continuar cargando sobre la supuesta connivencia arbitral para con el F.C. Barcelona.



Cristiano Ronaldo declara que es el más guapo y el más rico del gallinero y se dedica a insultar a toda una afición delante de una cámara de Cuatro, y se sigue insistiendo en supuestas provocaciones e insultos racistas proferidos por cuerpo técnico o jugadores blaugranas, aún cuando no sólo es que nadie haya podido demostrar esos comportamientos, sino que uno de los directamente agraviados, el jugador del Sevilla, Frédéric Kanouté, reconoce que los insultos de Cesc no fueron racistas, admite las excusas del de Arenys y lamenta, así mismo, su impresentable reacción.

El Barça gana dos partidos, uno de ellos de Champions y el otro de liga, y entre esos dos partidos empata otro de liga, luchando contra Viktoria Plzen, Granada, Sevilla, los autocares de los tres equipos y la falta de puntería de Messi respectivamente, y la caverna hace renacer el fin de ciclo, la crisis total y el hundimiento anímico y físico de Leo Messi. Todo vale para recuperar un canguelo que, pese a la insistencia, tan malos resultados ha ofrecido a los intereses filomadridistas. El hecho de que en plena campaña de desprestigio, el Barça le meta cinco al Mallorca, con hat-trick de Messi incluido, sólo sirve para señalar el "evidente nerviosismo" instalado entre el barcelonismo a raíz de un gesto de Leo en la celebración de su primer gol ante los mallorquines. Que coincidiendo con esta "gravisima" crisis del Barça en general y de Messi en particular, CR7 se muestre desquiciado en San Sebastián y haya marcado "únicamente" en uno de los seis últimos partidos disputados, no parece alterar demasiado a los amigos de Florentino, que tienen poco que decir más allá de que el rey de las rabonas y la exhibición de abdominales, se dedica ahora a dar alguna asistencia de gol y a celebrar un poquito alguno de los goles de sus compañeros. 



En definitiva, el Madrid juega de película pero el Barça no afloja. Y eso es lo que preocupa en algún medio de Madrid, que pese al jolgorio y la exaltación del modelo mourinhista, parecerían estar mucho más tranquilos con una debacle barcelonista que con la evidente mejora madridista.


Por muy bien que lo haga el Real Madrid, más de uno preferiría que a Messi le diese un ataque de almorranas el próximo 10 de diciembre.

De lo contrario, parece que ya saben lo que les espera.

domingo, 30 de octubre de 2011

La vida sigue igual.

Jornada 11. F.C. Barcelona 5 - R.C.D. Mallorca 0. Real Sociedad 0 - Real Madrid 1. Real Madrid, 25 puntos. F.C. Barcelona, 24 puntos.

Y Relaño, después de aclarar lo fácil que lo tuvo el Barça  y reconocer los apuros que pasó el Real Madrid, finiquita así su editorial de hoy domingo en As: "Y que no se me olvide: ¿por qué no echó Undiano a Griezmann?"

Pues la verdad es que no se sabe. La entrada era de roja, y el canterano francés de la Real mereció ser expulsado. Pero sigue sorprendiendo la desquiciada insistencia en acordarse del árbitro siempre que el Real Madrid se encuentra con cualquier equipo que le plantea la más mínima dificultad.

No hubiera sido injusto que don Cristiano Ronaldo, después de marcarse otra absurda rabona y tirarse por la cara en el área donostiarra para pedir penalty, y antes de insultar al público de Anoeta con un "¡os vaís a joder, caralho!, hubiese visto la roja por soltar una patada al aire dirigida al defensor donostiarra Íñigo Martínez, o que Undiano hubiese enviado a Lass a la ducha después de clavar los tacos en el muslo de un contrario.

Ya puestos, sería de agradecer que Alfredo Relaño, al comentar en el mismo editorial la victoria del Barça, se preguntase el porqué de la no expulsión del mallorquinista Bigas cuando, en el minuto 90, cazó sin contemplaciones a Messi. Amarilla y listos.

En cualquier caso, el resumen cavernario de la jornada es que el Madrid sabe sufrir (según Mourinho, jugando mal sólo ganaban otros, y segun Roncero, lo mejor del partido fue que Cristiano celebrase un gol marcado por Higuaín -???-), que la insondable crisis existencial de Leo Messi es algo que nada tenía que ver con ellos y que ha de quedar muy clarito, para que nadie lo olvide, que las ayudas arbitrales y la connivencia de los entrenadores rivales para con el Barça no están archivadas y seguirán siendo utilizadas a discreción, según convenga.

Como cantaba un portero suplente del Madrid, "la vida sigue igual".

sábado, 29 de octubre de 2011

Un, dos, tres... botifarra de pagès!

Barça 5 - Mallorca 0


Tres goles de D10S.

Regreso al futuro.

Opinar sobre la opinión ajena de un hecho ya acontecido es, sin duda, muy divertido para el que perpetra la crítica (servidor en este caso), pero no deja de plantear ciertas limitaciones.


Por un lado, la obsesión de aquellos a los que te dedicas a criticar en repetir constantemente sus argumentos, obliga invariablemente a uno mismo a insistir con demasiada frecuencia en variaciones sobre esos mismos temas.

Por otra parte, la lógica falta de respuesta que tenemos la mayoría de los que nos dedicamos a escribir simplemente por desahogo personal, de parte de aquellos a los que muchas veces nos referimos con escaso cariño y nula empatía, puede hacernos sospechosos de caer en ciertas actitudes, si no cobardes, si algo timoratas. 

Es por eso, y sin que sirva de precedente, que en vista de la situación creada por la falta de puntería de Leo Messi en los tres últimos partidos disputados, voy a adelantarme a los acontecimientos, vaticinando, siete horas antes de que comience el partido del Camp Nou entre Barça y Mallorca, un 6-0 favorable a los blaugranas, con cuatro goles (él solito) del crack argentino.

Si a esta predicción, se uniese un empate del Real Madrid en Anoeta (partido para el que aún faltan nueve horas cuando escribo todo esto), con discreta actuación de Cristiano Ronaldo, no habría dinero en el mundo para pagar la satisfacción con la que, mañana domingo, me dedicaría a seguir el proceso de envainamiento por doblez con el que nos tendrían que obsequiar nuestroa amigos de la caverna.

En caso de que todo esto no sea más que una fantasía, me comprometo a responder humildemente a todos aquellos amiguetes que se encarguen de acusarme de prepotente, obcecado e indocumentado.

A lo mejor tienen razón.

jueves, 27 de octubre de 2011

Tres jornadas que cambiaron el mundo.

Durante algo más de tres años, el grueso de los medios deportivos "nacionales" se ha esforzado en minimizar, incluso en menospreciar, el juego y los logros de un equipo que ha impuesto un incontestable dominio en el fútbol mundial, y que sin embargo, se ha visto sometido a un continuado acoso y derribo por parte de esos seguidores del fundamentalismo florentiniano.

Después de algun triunfo inapelable, o de alguna soberbia exhibición, los medios de ahí al centro han tenido que reconocer, con la boca pequeña, el peso de la evidencia, para, pocas horas después, venirse invariablemente arriba y echar mano de argumentos que, por repetitivos, han llegado a calar entre los seguidores del credo del Ser Superior como si de un dogma teológico se tratase.

El villarato, el platinato, el dóping, el teatro, la hipocresía y, en definitiva, la micción generalizada de colonia, han sido utilizados sin rubor por un sector de los medios al que, la insana obsesión por restablecer un determinado orden ha habilitado para saltarse impunemente y con total desfachatez, cualquier límite deontológico anteriormente establecido.

Durante este período de tiempo, los altavoces mediáticos dominantes en España, han defendido ciegamente los valores indiscutibles del juego aguerrido y demoledor frente a la monotonía de un rondo interminable que, al parecer, sólo servía para obtener títulos manchados por la connivencia arbitral.

Ese desprecio por el tiki-taka continuo se ha convertido, sin embargo, en la exaltación del fútbol en estado puro cuando los perpetradores del sistema se han enfundado el rojo patrio. Los títulos que a alguno le daría vergüenza ganar, se han convertido en hitos históricos cuando los artífices del espectáculo se han vestido con la bandera rojigualda.

Esta desquiciante situación, en la que lo bueno se convierte en malo dependiendo de las necesidades del pregonero, amenazaba con convertirse en un bucle infinito, hasta que la aparición en escena de un virrey plenipotenciario, en forma de manager general con chándal, comenzó a convertir un estado de cosas, en el que la verdad era voluble y podía depender del photoshop o del estado de ánimo de cualquier director de diario, en una realidad paralela, en la que los malvados son valorados por una extraña sinceridad, mientras que aquellos que intentan desenvolverse en el marco de la cordura, las buenas maneras y la deportividad, son tachados de hipócritas desalmados que no pretenden otra cosa que envenenar la conciencia de toda una generación de aficionados que, engañados, se ven sometidos al peligro de caer en la tentación de abrazar unos colores distintos a los de la láctea tonalidad dominante.

Esa realidad paralela permite convertir, cuando el mejor jugador del mundo deja de marcar durante tres jornadas, aquello que no es más que sobrecargado manierismo en botas de la competencia, en la sublimación del fútbol total. Permite exaltar hasta el paroxismo aquello que se ha atacado hasta la extenuación, simplemente porque la presión en campo contrario ahora es ejercida por el equipo de las propias entretelas. El juego solidario, se convierte por arte de magia, en la única realidad futbolística. Y el fútbol control pasa a ser el modelo a seguir.

Ahora ya no es sólo importante ganar. Ahora hay que jugar mejor que el otro. Y cuando de eso se trata, tres temporadas son nada. La realidad virtual señala que el único parámetro válido son tres jornadas que han cambiado el mundo.

martes, 25 de octubre de 2011

Cuestión de cuernos.

Llevamos ya varías temporadas dándole vueltas a fenómenos como el cagómetro, el villarato, las quejas de Mou, el acoso y derribo a Guardiola y, últimamente, la demonización de los valores del Barça y de sus jugadores.


La caza, por lo civil o por lo criminal de cualquier cosa que se mueva en blaugrana, con el indisimulado propósito de revertir la actual situación, ha alcanzado tales cotas de cinismo y desfachatez que ha adquirido un preocupante carácter de normalidad.

Intereses económicos de un amplio espectro mediático en España y el fatuo sentimiento de una buena parte del madridismo de que la liga española es el cortijo de los herederos de Santiago Bernabéu, parecen impedir el reconocimiento dos hecho más que sorprendentes: la imposibilidad de los medios afines al Real Madrid de volver a la normalidad después de haber superado el punto de no retorno, y la narcosis colectiva de una afición que prefiere mirar a otro lado antes que reconocer hechos tan objetivamente repudiables como la manipulación de imágenes o la difusión de falsas acusaciones.


Cuando se manipula y se engaña, y existe un público ávido de ser manipulado y engañado, es inútil que nadie pretenda convencer a ese público de que le están levantando la camisa. Muchos están tan enamorados de su pareja, que prefieren ignorar su hermosa cornamenta con tal de seguir manteniendo su particular historia de amor con la traicionera adultera.

Al final, lo que acostumbra a suceder, es que el cornudo acaba quedándose a solas con sus cuernos.

domingo, 23 de octubre de 2011

Kanouté: ha nacido una víctima.

Enorme partido, defensivamente hablando, de un Sevilla dirigido por un Marcelino que se declara admirador de Pep y demuestra ser un aplicado alumno del sistema con el que Mourinho apartó una vez al Barça de una final de Champions.


Felicitar al Sevilla, elogiar a su portero y poco que reprochar a un Barça que hizo lo que, en un 99% de los casos, hubiese sido suficiente para ganar.

Después de que el Barça intentase por todos los medios batir la meta de Varas, se tuvo que llegar al descuento para que, después de que Fazio derribase claramente a Iniesta dentro del área, el menos popular de los árbitros entre los que opinan de esto desde Madrid, Iturralde Gónzalez, señalase el primer penalty en liga a favor del F.C. Barcelona.

Como nunca llueve a gusto de todos, el penalty fue, para los medios filomadridistas, mucho más dudoso antes de que Messi fallase la ejecución de la pena máxima, que una vez consumado un empate que situaba líder al Real Madrid.

En cualquier caso, Iturralde pitó, Messi situó el balón en el punto de penalty, y comenzó uno de aquellos festivales que tanto gustan a un determinado sector de la prensa, más preocupado de averiguar por donde pierde aceite el equipo de Guardiola que en analizar fríamente cualquiera de las muchas cosas que llegan a suceder durante un partido.

Viendo el tumultuoso intento de Messi de chutar una pena máxima en su propio estadio, da la impresión de que si a un Barça al que le habían escamoteado todos los penaltys posibles en ocho jornadas, acaba señalándoselo Iturralde, el Sevilla sabe que contará con el beneplácito de la caverna para montar la de Dios es Cristo y pelillos a la mar.

Y es que el Sevilla puede estar orgulloso de Andalucía, orgulloso de Javi Varas y orgulloso del pobre Frédéric Kanouté, que sin saber como, se vio inmerso en una extraña conspiración barcelonista que terminó por costarle la expulsión. Porqué resulta muy extraño que Kanouté, que protesta todo lo que quiere a Iturralde (viendo tarjeta amarilla por ello), que molesta a Messi y que además desplaza un balón ya situado en el punto de penalty (mientras el árbitro, ocupado en anotar la recién mostrada amarilla, hace ver que no se da cuenta de nada, ahorrándose así tener que mostrar la segunda), sea después increpado por un desalmado Cesc, o por cualquier otro rival, incapaces, al parecer, de entender la gran presión a la que se ve  sometido el jugador malí.


Parece que cuando un jugador del Barça (o su segundo entrenador) insulta a un rival, sólo puede hacerlo empleando ultrajantes e insoportables agravios racistas (sea demostrable o no, eso es absolutamente irrelevante), insuperables para cualquier mocetón que, es de suponer, ya habrá oído anteriormente, por esos campos de Dios, alguna que otra falta de respeto.

A partir de ahí, lo de siempre. Como Cesc no felicitó a  Kanouté por mostrarse tan pillín desestabilizando a un contrario, en un momento que tenía su aquel, parece ser que hay barra libre, todo gratis y happy hour juntas para que el malí se abalance salvajemente contra quien quiera. La excusa del insulto lo limpia todo.

Pues de acuerdo. Algo diría Cesc. ¿Y? ¿No debía ser expulsado Kanouté? ¿No se comportó, el delantero sevillista como un auténtico garrulo? ¿Borra todo eso el penalty recién señalado? ¿Alteraba una expulsión en el minuto 94 lo que quedaba de partido?

El día en que Iniesta (o Dani Alves) desplace un balón posado por un rival sobre el punto de penalty, habrá que ver si los que ya sabemos son tan enormemente comprensivos. 

Mientras tanto, para la prensa filomadridista, tan propensa a tachar el Sevilla de equipo canchero, duro y marrullero (hasta hoy), ha nacido una nueva víctima de la pérfida hegemonía blaugrana.

sábado, 22 de octubre de 2011

Los perdedores siempre llaman tramposos a los que ganan.


Granero: "Los perdedores siempre llaman tramposos a los que ganan".

Higuaín; "Los segundos son tontos".

¿Ya han fichado por el Barça?

Los jardínes de Del Nido.

Aunque creo firmemente que el fútbol si está relacionado con la política, me niego a admitir que la política se aproveche del fútbol.


Podría opinar sobre las palabras de Durán i Lleida en referencia a los beneficiarios andaluces del PER. Podría hablar sobre la mención de Artur Mas a los estudiantes andaluces en un comentario sobre la política de inmersión lingüística en Catalunya. Podría dar mi opinión al respecto, pero si hemos de hablar de fútbol, hablemos de fútbol.

Yo tengo, efectivamente, mi opinión. Pero entiendo que hay temas demasiado delicados para ser tratados a la ligera, y no me queda otra que admitir que es un grave error referirse a otras autonomías para defender a la propia. Durán y Mas deberían haberse callado. Nos habríamos ahorrado una situación políticamente incorrecta, que no sirve más que a intereses espurios, ofendiendo a aquellos que no son objetivos de las críticas del nacionalismo catalán.

Y sin embargo, José Mª del Nido, que ha pasado de ser la imagen más visible del mejor club del mundo en 2006 y 2007, según estadística IFFHS, a limitarse a presidir un club que merodea la clasificación europea en una liga de mierda, aprovecha cualquier resquicio para salir mediáticamente a flote y coge el rábano por las hojas para erigirse en el adalid de un andalucismo que tiene foros mucho más representativos que el Camp Nou para defender sus intereses.

Honrar la memoria de los amigos es de agradecido, pero Del Nido se pasa a veces de frenada homenajeando al difunto Jesús Gil. Y la impúdica exhibición de populismo con la que nos obsequia el presidente sevillista, aprovechando una cuestión que nada tiene que ver con el partido del sábado entre Barça y Sevilla, es una pasada de frenada digna del más puro de los gilismos.

Si el Sevilla no dispone de patrocinador para su camiseta, es totalmente lícito que aproveche un espacio anteriormente ocupado por una casa de apuestas para proclamar su andalucismo a los cuatro vientos. "Orgullosos de Andalucía" es un mensaje motivador y emocionante, pero el Sevilla debería mostrarlo en todos los partidos de liga y en todos los campos de España, porque hacerlo exclusivamente en el estadio del F.C. Barcelona, es adjudicarle al Barça un papel que ni ha pedido ni le corresponde.

Por mucho que los medios contrarios insistan en que el Camp Nou es el campo más politizado de España, ignoran que el F.C. Barcelona, como institución, jamás ha manifestado absolutamente ninguna orientación política fuera del ámbito de su propio estadio, y allí, tan sólo lo ha hecho en circunstancias muy determinadas y respetando el consenso de la inmensa mayoría de su masa social.

Todos aquellos que ahora aplauden una iniciativa que, aún con ánimo de provocar, no despertará más que la lógica indiferencia entre los barcelonistas que asistan al Camp Nou con la intención de ver jugar a un respetado y andaluz Sevilla, escupirían bilis si al Barça se le ocurriese acudir al Santiago Bernabéu (por ejemplo), después de algún nuevo recorte al Estatut, con un lema en su camiseta equivalente a "Hartos de que, como catalanes, nos tomen por el pito del sereno".

El mensaje podría resultar simpático, pero dudo de que el nivel de comprensión en el resto de España hacía una reivindicación de ese tipo fuese tan complaciente como la mostrada hacía el alegato de un club que, con suerte, alineará a dos o tres andaluces en su equipo titular, días después de que el propio Del Nido haya firmado un acuerdo con "La Caixa" como patrocinador del club que pretende erigirse en bandera del andalucismo en su visita a Catalunya.

Yo también estaría muy orgulloso de Andalucía y de ser andaluz. Pero lo estaría siempre, no sólo en el Camp Nou.

Desde aquí, un fuerte y sincero abrazo a andaluces y catalanes.

viernes, 21 de octubre de 2011

Cambio de acera sin salir del armario.

No vamos a remontarnos a épocas en la que los aficionados inundaban un terreno de juego con botellas en respuesta a un marcador adverso. Eran otros tiempos, en los que seguramente había más educación, pero en los que precisamente, el fútbol servía como excusa para liberarse de corsés de todo tipo. Además, entonces era posible adquirir en el estadio botellines de cerveza, mientras que hoy en día, con suerte te sirven refrescos en vasos de papel.

Tanto da. En cualquier caso, habría quien diría que, no hace tanto, a un jugador portugués le lanzarón una botella de whisky (muy peligroso) y una cabeza de cochinillo (parece que no tan peligroso, aunque enormemente simbólico).

Recordariamos entonces puñetazos desde la grada a porteros prealopécicos y entrariamos en un bucle de reproches, acusaciones y discordias en espiral que, además de aburrir, conduce a poco más que a alimentar el comedero de intereses de algunos fundamentalistas de los medios.

En lo que quisiera fijarme es en aquello tan evidente, en aquello que todo el mundo es capaz de ver, y que sin embargo, el grueso de una de las facciones implicada en la actual guerra mediática por el reconocimiento, o la negación, de la verdad futbolística, es capaz de negar con el mayor de los cinísmos imaginables.

Es absolutamente lícito, diría que lógico, e incluso obligatorio y necesario, que cada uno crea que su equipo es el mejor, que defienda las virtudes de sus colores y que sostenga hasta el final su ideal futbolístico. Y a nadie se le puede pedir que sienta simpatía por ese rival  que, desde antes de nuestro nacimiento, ha estado tocando las narices a seiscientos kilómetros de distancia.

Y sin embargo, es absolutamente repulsivo que profesionales autoinvestidos en el áurea de la cordura, la independencia y la honestidad, propulsen delirantes campañas de ensalzamiento de lo inensalzable y de hundimiento de actitudes totalmente insumergibles.

¿Es posible sostener que el jugador más egoista de la historia es un dechado de generosidad y de espíritu de equipo porqué en dos meses de competición ha dado siete asistencias de gol? ¿Se puede defender esa teoría simplemente para hacer creer a una masa necesitada de que le digan que la quieren, aunque sea mentira, que el mejor jugador de la historia es el rey de los ególatras porqué en su último partido ha perseguido el gol con más insistencia de la habitual? ¿Olvidan los magos de la manipulación que un jugador capaz de marcar ciento tres goles en ciento un partidos, ha dado treinta y nueve asistencias de gol en esos ciento un partidos?

¿Son capaces de seguir manteniendo que el entrenador con un mejor palmarés en un menor espacio de tiempo no es más que un impostor porqué se limita a poner en práctica aquello que dictan la sensatez, la razón y las buenas costumbres: la educación? ¿Cómo se puede tener la defachatez de reirle las gracias a un personaje absolutamente siniestro, que corroido por el resentimiento más obsesivo, ha hecho del insulto y la inquina sus herramientas de trabajo?

En definitiva, ¿cómo pretenden engañar, a aquellos que están dispuestos a ser engañados, a base de argumentos que no resisten el más mínimo análisis?

Invitaría, a quien pueda interesar, a que se entretuviese en ver las imágenes de los momentos finales de un partido entre dos equipos con dos entrenadores normales, que acabó 2-6, y los comparase con los últimos instantes de otros partidos, en los que el equipo derrotado es el mismo, pero en los que uno de los dos entrenadores no es tan normal, por mucho que una pléyade de comunicadores entregados a la causa de un Ser Superior se empeñen en presentarlo como el más auténtico del corral.


Es en detalles como ese, donde se adivina el precipicio al que el anticristo de la elegancia deportiva está empujando a una institución que, además de dejarse, le ha encontrado cierto gustirrinín al tema, jaleada por una caverna que, cuando todo esto acabe, recurrirá al facilón "si te he visto, no me acuerdo".

Y es aplaudiendo la obsesión de un técnico plenipotenciario donde se demuestra, por mucho que los voceros mayores del movimiento lo nieguen, que la "itis" de la que tanto se han burlado los históricamente favorecidos, aunque aún no haya salido del armario, ha cambiado definitivamente de acera.



miércoles, 19 de octubre de 2011

A nadie le interesa lo que diga Mourinho (aunque no lo parezca, a mí tampoco).

Hoy he tenido que oír en alguna emisora de radio, en la que puede discutirse durante horas sobre si la celebración de Valdés del primer gol del Barça ante el Racing es susceptible de generar violencia (?), que las declaraciones de Mourinho después de uno de los mejores partidos del Real Madrid de los últimos tiempos, ante el Olimpique de Lyon, en las que vuelve a poner en duda la honestidad de la UEFA en referencia a un supuesto trato de favor al F.C. Barcelona, son "la salsa del fútbol".


Llevamos ya demasiado tiempo dándole demasiadas vueltas a todo lo que diga Mourinho. Nos hemos preguntado demasiadas veces qué pasaría si Guardiola soltase en una rueda de prensa que, por ejemplo:

"Hay equipos que pueden marcar faltas rápidas y que hacen goles así, y que antes de que los adversarios estén colocados marcan goles. Y a nosotros no nos han dejado, a lo mejor en un partido vamos a sufrir un gol de falta rápida... Cuando lo marcamos nosotros no es válido y además vemos tarjeta"... o "La UEFA puede estar tranquila porque nosotros ya sabemos que en los últimos partidos no podemos 'limpiar' (de tarjetas)... Hay otros equipos que pueden, nosotros no podemos. Por eso tranquilos, que si llegamos con tarjetas, llegamos con tarjetas", o que "Nuestro grupo tiene un buen equipo francés, un buen equipo holandés, y el campeón de Croacia... Hay otros grupos en los que los grandes equipos han tenido mucha más suerte que nosotros y están jugando contra... Tuve que ir a Internet el día del sorteo para saber de qué país eran esos equipos"... 

Queda claro que Mourinho prefiere hacerse pasar por un analfabeto futbolístico, ignorando la procedencia del Bate Borissov o del Viktoria Plzen, antes que perder la oportunidad de ir abonando el terreno para llorar sus excusas la próxima primavera. Pero, ya cansa demasiado. Incluso antes de empezar.

Por una vez, y sin que sirva de precedente, estoy totalmente de acuerdo con Johan Cruyff: "A nadie le interesa lo que diga Mourinho".


martes, 18 de octubre de 2011

Los amigos de Látigo.

Nuestro amigo, Miguel "Látigo" Serrano, sigue haciendo amigos.

A raíz de su ya "célebre" artículo (¿artículo? ¿sección? ¿columna? ¿vertedero?) del pasado sábado en la contraportada de Marca, La Cara y la Cruz, en el que se cebaba con todo lo azulgrana que merodea por delante del Madrit de sus amores en la tabla clasificatoria, y en el que calificaba a Pep Guardiola de "calvorota con hipo" y a Leo Messi de "más cortito que humilde", me permití opinar sobre sus falacias antibarcelonistas, enmarcadas en La Cruz de su artículo.

Lamento haber obviado las falacias que, por abusonas son aún peores, don Latiguillo se permitió verter en La Cara sobre un modesto club que se permitió ganar, hace poquito, a los chicos de Mou: el Levante (entre otras lindezas, comparó al Levante U.D. con el water de un avión: "el Levante es como el water de un avión, a primera vista parece pequeño sucio e insignificante..."

Como aquí el Levante nos cae muy simpático, pero somos más bien culés (más bien mucho mucho), es mejor que oigamos lo que se opina de Látigo Serrano en Valencia, más concrétamente Paco García Polit, desde Punto Radio Valencia (es gracioso, porque Polit y yo coincidimos en que Serrano es, entre otras cosas, "dañino"):


"Quiero hablar de un tipejo que es dañino para la profesión y dañino para el mundo del periodismo y del fútbol. La contraportada de hoy de 'Marca' la escribe un señor que se llama Miguel Serrano, que se hace llamar 'El Látigo'. Para los que no le conozcan o no hayan leído nada de él, se le define fácil: ultramadridista y mamador. En la acepción servil, pelota. [...] Este tío es el peor columnista de la historia del diario 'Marca', y mira que ha tenido columnistas malos. Ojo con el nivel de este tío [...] A tipos como éste les dan contraportadas antaño prestigiosas, ahora ya no, y cientos de periodistas infinitamente más preparados están en el paro. Porque la basura vende y a la hora de crear basura, la mierda más infame, gente como Miguel Serrano, es la mejor en su trabajo, aunque sea asqueroso".

¡Qué simpático es Miguel Serrano!

sábado, 15 de octubre de 2011

El calvorota con hipo, que pone a ese muchacho, más cortito que humilde. ¡Vaya par!

Látigo Serrano, además de tóxico, dañino, facineroso y ruin, es tontolaba.

De todos es conocida su obsesiva inquina hacía el Barça en general, hacia Messi en especial y hacia Guardiola en particular. Perfecto. Que rabie, que se rebote, que se jorobe, pero pardiez, ¡que no invente!

En su letrinera sección La Cara y la Cruz del sábado 15 de octubre, decide despedir el parón de selecciones profundizando en la extraña e insistente campaña cavernaria de malignización del barcelonismo. Macanudo. Pero acusando a dos personas (Pep y Leo) de decir o hacer cosas que nunca han dicho ni han hecho, te retratas como un cretino que cree que todos los que le leen son tan papanatas e indocumentados como tú mismo.

El hilo argumental de su Cruz, dedicada a Messi, es que el argentino es muy mala persona (me suena) y que tiene comportamientos "demoniacos" (?), que es muy tonto (ah, esos admiradores de Sergio Ramos) porque tiene un "léxico de primero de primaria" (eso lo dice un admirador del gordo Ronaldo) y que Pep Guardiola es un "calvorota con hipo" (¡que agudo, que imaginativo).

Demuestra su elaborada teoría con el hecho de que el entrenador blaugrana miente (una vez más) al afirmar que Messi nunca se tira. Latiguillo refuta semejante afirmación recordando el "piscinazo" de Messi en Anoeta. 

Recordar que Mateu Lahoz le enseñó tarjeta amarilla a Messi por caer en el área. Si no fue penalty, Messi cayó pugnando por el balón, pero desde luego no se tiró. A Cristiano, a quien ese día señalaron un penalty por tropezar fuera del área, le recuerdo muy pocas tarjetas por "caer" dentro del área. 

Como supongo que Marca le paga por escribir este tipo de cosas, el Sr. Serrano parece obligado a aportar algún argumento más, y aquí es donde se luce, porque después de poner en boca del "calvorota con hipo" que "Messi nunca se tira" (es verdad que lo dijo, porqué, precisamente, es verdad), se viene arriba y establece otros tres "mandamientos" segun los cuales "Messi nunca ha metido un gol con la mano", "Messi nunca ha escupido a un rival" y "Messi nunca ha pegado un pelotazo al público". ¿Mandamientos? ¿Quién ha dicho eso? ¿Cuándo? ¿Meter un gol con la mano, echar un lapo y chutar a la grada son todos los argumentos que tiene Serrano para desprestigiar al mejor jugador de la historia? ¡Que triste, que pobre, que merluzo!

Por cierto, el mismo día que Marca le publica esta retahíla de insultos al máximo exponente de la barcelonitis acuciante que corroe las entrañas de la caverna, el "muchacho, más cortito que humilde", ya ha superado a Kubala con 24 añitos, ha metido dos goles, le han birlado otro penalty clarísimo (será por tirarse) y el equipillo ese, dirigido por un señor con poco pelo, ha ganado 3-0 al Racing (con Abidal a punto de marcar de chilena) y sigue siendo líder de esa liga de mierda en la que el Madrid pretende luchar por la permanencia. 

viernes, 14 de octubre de 2011

Propaganda.



"No hay que creer todo lo que se cuenta, especialmente si son los nazis quienes lo cuentan: bien porque toman sus deseos por realidades y se equivocan de parte a parte, como el gordo Goering, o bien porque mienten descaradamente con fines propagandísticos como Goebbels trismegisto, al que Joseph Roth llamaba "el altavoz personificado". Y muy a menudo, por las dos cosas a la vez".
El fragmento corresponde al premio Goncourt de primera novela, HHhH, de Laurent Binet.
Que nadie se enfade. No se me ocurriría jamás relacionar a la caverna mediática con la más aberrante de las ideologías que ha tenido que sufrir el mundo, pero el otro día, leyendo este párrafo, me parecía estar leyendo este otro:
No hay que creer todo lo que se cuenta, especialmente si es la caverna quien lo cuenta: bien porque toma sus deseos por realidades y se equivoca de parte a parte, como el gordo Relaño, o bien porque mienten descaradamente con fines propagandísticos como hacía Inda trismegisto*, al que muchos llamábamos "el altavoz personificado". Y muy a menudo, por las dos cosas a la vez.
Lamento tener que relacionar al filomadridismo con el nazismo, pero me parece imposible hacer una descripción más precisa del modus operandi de los medios propagandísticos madridistas.
La cansina campaña de acoso y derribo a todo lo que venga de "ahí arriba", con el indisimulado objetivo de restablecer lo que para los medios deportivos de Madrid sería "la normalidad histórica", valiéndose muchas veces de las más bajunas mentiras y de los más mostrencos argumentos, ha alcanzado niveles de desfachatez nunca antes sospechados.
"Tomar deseos por realidades" es lo que ha llevado a la caverna a delirios como los de comparar a Robinho con Ronaldinho, a Robben con Messi, a elevar a Cristiano a cotas que el propio Messi se ha encargado de destrozar, a proclamar el "fin de ciclo" hace ya un par de años (con una ristra de títulos blaugranas aún por caer), a manipular imágenes, a pretender contrarrestar las majaderías mourinhistas con cualquier comentario de Guardiola, a ignorar actitudes absolutamente aberrantes de una plantilla desquiciada por su entrenador y a alentar la abducción de una afición que, como su altavoz, pretende, efectivamente, "tomar deseos por realidades", considerando como el mejor entrenador de la historia del Real Madrid a un técnico que ha ganado una Copa del Rey, pero al que le han levantado Liga, Champions y Supercopa de España, en competencia directa con el Barça, que de paso le endosó un perdurable 5-0 (que ahí queda).
Repito. Que nadie se enfade. El Madrid volverá a ganar. El Barça volverá a perder. Pero el daño que una prensa cautiva ha hecho a una institución centenaria (alentada, eso sí, desde la presidencia de la propia institución), no podrá ocultarse por mucho que suavicen las formas una vez restablecida la "normalidad".
Ahí queda el dedo de Mourinho, que más que indicar el camino a una afición huérfana, será el símbolo de una de las etapas más vergonzantes del madridismo.

*Hermes Trismegisto fue un alquimista que desarrolló un sistema de creencias metafísicas hoy conocidas como hermética.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Es mejor acostarse prontito.


Convaleciente de una puñetera amputación de purulento apéndice cabrón, llevo un par de días aletargado en el sofá de mi casa, sufriendo esta maldita semana de selecciones (excelente estrategia de marketing para destruir el fútbol) y perdiendo todo contacto con Tutumlus, Laportas y demás aborrecibles realidades peloteras.

Anoche, La Sexta 3 me dio una alegría y me permitió, bastantes años después, revisitar la magnífica peli de Oliver Stone, Platoon, con la que disfruté bastante más que la última vez que la vi.

El problema es que la sesión peliculera acabó poco antes de la una (01::00 a.m. of course). En mi caso, eso resultó ser, efectivamente, una putada, ya que los que tenemos hijas en edad de merecer, hemos de sufrir su incomprensible costumbre de salir de gresca las noches previas a las fiestas de guardar.

A esa hora, mi hija mayor habia decidido no dejarse caer aún por casa, por lo que cometí el error de esperarla despierto (tema control y todo eso).

Sabedor de lo que me podía encontrar a esas horas en la parrilla televisiva, y plenamente consciente de que Intereconomía me pilla por encima de La Sexta 3 en el orden que en su día tuve a bien establecer en mi mando a distancia, decidí aventurarme por la banda baja del dial, sin sopesar (u olvidandolo enajenadamente), que tengo el paquete de canales "deportivos" por debajo del canal de películas de La Sexta.

Es decir, involuntariamente, o no, me tope de bruces con el  execrable, dañino y cada vez más puntopelotarizado espectáculo hardcore de Marca TV, Futboleros.

Ni voy a poner imágenes, ni cortes de voz, ni tan siquiera voy a citar frases textuales (mi salud no está para más castigos), pero la idea general del ejercicio de cinismo máximo del que fui testigo durante veinticinco minutos es el siguiente: Bojan ha rajado a muerte de Guardiola, lo que unido a las machacadas de Eto'o, Ibrahimovic (e incluso Hleb, Henry y Touré Yayá), demuestran que Pep es un técnico absolutamente abominable y odiado por sus jugadores. Todo lo contrario, evidentemente que Mourinho, idolatrado por todos los jugadores del mundo mundial.

Ese argumento, ya muy sobado, no me habría excitado de no haber tenido que sufrir a un Enrique Marqués, que evidentemente no comprende los términos "moderador" o "conductor" y se dedica a ejercer directamente de agitador.

Según Marqués, Guardiola tiene una siniestra cara B, y a día de hoy, en el once blaugrana tendrían que jugar Ronaldinho, Deco, Henry, Eto'o, Ibrahimovic, Hleb y Touré Yayá en lugar de Messi, Iniesta, Busquets, Pedro, Mascherano, Cesc o Thiago (¡qué más quisiera!). Del pobre Chigrinski ni se acordaron.

Como rajada, lo que se dice rajada, sólo tenían la de Ibrahimovic, se dedicaron a repetir varias veces unas declaraciones de Eto'o a Lluís Canut en TV3 en las que comentaba que él habría hecho las cosas de otra forma en el tema de su salida, y que no compartía el tema del feeling con Guardiola, y exprimieron hasta la saciedad unas declaraciones de Bojan en las que el de Linyola viene a decir que pecó de tímido, y que por falta de comunicación con el entrenador, él mismo se fue apartando de la dinámica de grupo, y que para Futboleros son la demostración palmaria de que Guardiola marginó del equipo (en los tres años de Guardiola, Bojan jugó 120 partidos y marcó 28 goles) al supercrack de La Masía que, además, ¡es catalán y culé! 


Que Bojan sea catalán es curioso, porque como guarnición a tan poca chicha, Marqués hizo referencia, en un momento dado, a otra tremenda rajada, la del tan injustamente tratado Aleksander Hleb, en la que venía a decir que Pep priorizaba a los chavales de la cantera (¡tremendo pecado!). Es decir, cuando se valora el trabajo de los canteranos, se comente tremenda injusticia con tipos tan comprometidos como Hleb, mientras que cuando  se prescinde de un catalán como Bojan, es para proteger a un descamisado como Messi, al que el pobre Bojan podría hacerle sombra.

Y el argumento de Messi es divertido, porque según el servicio de documentación de Futboleros, Guardiola se ha cargado cada año a un delantero centro, para proteger a un Messi necesitado de toda la ayuda posible para triunfar. Es decir, 2009 Eto'o, 2010 Ibrahimovic y 2011 Bojan. Mentira. Eto'o jugó cuatro temporadas junto a Messi sin el más mínimo problema. Para los señores de Futboleros, Ibra, sustituto de Eto'o, fue sentado en el banquillo cuando Guardiola decidió colocar a Messi de "falso" delantero centro. Mentira. El sustituto de Zlatan Ibrahimovic en el tramo final de la liga 2009-2010 fue, precisamente, ¡Bojan Krkić! Y precisamente, Bojan, jugador muy querido por la afición, quizás no ha sabido aprovechar las oportunidades que se le han brindado, sobre todo teniendo en cuenta que un delantero centro consagrado, como David Villa, si ha sido capaz de adaptarse a una nueva posición en el campo.

La mención a Touré, que se fue consciente de lo mal que lo tenía con la presencia de Busquets, pese a la insistencia de Pep en que se quedase en el equipo, es absolutamente pornográfica. El bueno de Yaya se fue al City en busca de estrellato, y el pobre Guardiola tuvo la mala idea de contratar a un chavalín que comenzaba y que ha dado un "discreto" rendimiento: Javier Mascherano.

Parece que consciente de los pobres argumentos que se ponían encima de la mesa para desacreditar a Pep Guardiola (según algún tertuliano, el caso de Bojan era "exactamente" igual que el de Pedro León -al que Mou advirtió que en caso de que se estrellase el avión del equipo sin el a bordo, seguiría sin jugar en el siguiente partido-), a última hora, Enrique Marqués tuvo la supina desfachatez de mostrar en carrusel unas quince portadas dedicadas a Mourinho por la prensa catalana (casi todas de Sport). 

Marqués se quedó tan ancho al decir que ni Marca ni As, habían dedicado ninguna portada ofensiva contra Guardiola. Se le olvidó decir que, excepto alguna mención al poderío económico de Florentino (que por otra parte, tan cachonda pone a la caverna), Pep ha sido siempre absolutamente respetuoso con el Real Madrid, mientras que Mourinho lleva cargando conta el Barça y el barcelonismo desde su época en el Chelsea.


Suerte que a mi hija le dio por llegar a eso de la una y media y que yo tuve la fuerza de voluntad para darle al OFF de mi mando y desengancharme de tan maléfica influencia a esas horas de la madrugada.