Anda
el madridismo algo despistado ante los problemas de perfil psicológico
exhibidos por los chicos de Mou en este arranque de temporada.
Las
quejas arbitrales han tenido su hueco en el catálogo de excusas que el
mourinhismo ha instaurado en la prensa deportiva madrileña, pero de momento, el
indicador de histeria conspirativa no ha alcanzado la zona roja.
A
pocas horas, sin embargo, de que el campeón de la Supercopa se decida sobre el
césped del Santiago Bernabéu, un pálpito se extiende entre aquellos que más
desconfiamos de una irredenta y persistente caverna mediática.
Arbitrando
Mateu Lahoz, el trencilla de cámara de The
Only One, el pretexto del villarato debería quedar automáticamente
desactivado.
Y
es evidente que, en dos de los tres escenarios posibles, el colegiado
valenciano pasará, haga lo que haga, formalmente desapercibido.
Ante
la factible hipótesis de que el Real Madrid se proclame campeón, poco importará
que dejen de señalarse fueras de juego a Pedro o manos de Sergio Ramos dentro
del área: el árbitro estaría, en ese caso, sujeto a los comprensibles errores
que cualquiera de nosotros podría cometer.
Si se da el más improbable supuesto de que el Barça se pasee en Chamartín y golee a los
blancos, la cruda realidad se antepondrá a las obsesiones cavernarias y Mateu
Lahoz pasará a ser un protagonista secundario. La atención pasaría entonces por
encima de la labor arbitral.
Pero,
y Dios nos coja confesados, en el caso de que al F.C. Barcelona se le ocurra
levantar la Supercopa después de un choque muy disputado (que vendría a ser lo
normal), ni el árbitro que “garantiza el espectáculo futbolístico” se salvará del
ataque de un entorno que en sus ansias de hegemonía, no deja de darse baños de
realidad.
Ni
la Copa de hace dos temporadas, ni la Liga de todos los récords, podrían
soportar un título de Messi y compañía conquistado tan cerca de las recién
alicatadas letrinas de Florentino.
Y
entonces, ese madridismo que tanto vibra con los antiguos éxitos de Mou, podrá
recordar los aspersores del día del Inter, pero olvidará la vuelta triunfal al
Camp Nou de aquella Quinta del Buitre que se llevó una Supercopa de Barcelona.
En
cualquier caso, no vamos a reír.
Otro buen artículo. Me gustaría repetir, ya lo he señalado aquí en otros momentos, que el modo de desactivar definitivamente el pretexto del villarato sería cruzar dos estadísticas no disponibles para mí al menos: la de los árbitros más premiados por Villar y Arminio (más partidos, más internacionales, etc.) y la de los resultados conseguidos por Madrid y Barça con estos árbitros y con el resto. Groso modo, yo tengo claro que los árbitros consagrados son los más dañinos con diferencia para el Barça. Desde Díaz Vega hasta Undiano Mallenco o Velasco Carballo, pasando por Mejuto y tantos otros. Saludos.
ResponderEliminarJohan Cruyff ¿Cuánto sabes del gran futbolista holandés? Premiamos tus conocimientos @playtheguru
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