lunes, 8 de octubre de 2012

Hasta aquí hemos llegado.


Tener un deportivo rojo o una amante japonesa y no poder dedicarles el tiempo suficiente, es un mal negocio.


Si no puedes mantener los gastos del deportivo y prefieres hablar de política en vez de fútbol con tu amante, parece que lo mejor será dejarlo.

Extremo Izquierdo a querido ser un desahogo personal ante otro impúdico desahogo: el cavernario. La deriva política del asunto ha sido en cierto modo, inevitable, pero el objetivo principal siempre ha sido destacar la memez y la estulticia, a secas, de las vacas sagradas del florentinismo mediático. 

Después de año y medio dando la vara con aquello de "solos ante la caverna", la actual coyuntura hace imposible no caer de cuatro patas en la charca política, y como además, obligaciones más prosaicas que el marcaje al hombre de la manipulación mediática filomadridista, no permiten mantener el ritmo de onanismo mental adecuado, se impone poner un punto y seguido a toda esta movida.

La idea es insistir muy pronto (o no tanto) con algún proyecto en el que se hable sólo de fútbol, de fútbol intemporal, compartiendo reflexiones sobre la actualidad menos rabiosa con historias menos trilladas que el hat trick de Pichi Alonso al Göteborg, pero siempre con aquel ramalazo culé que, ha quedado claro, ni puedo ni quiero evitar.

Así es que, de momento... hasta aquí hemos llegado.

Muchas gracias por la paciencia y hasta pronto (nos vemos en twitter).

Un abrazo a todos.

viernes, 5 de octubre de 2012

No han entendido nada.


La mayoría de mis amigos son del Barça, o del Espanyol. También tengo conocidos, catalanes como yo, que son del Real Madrid, del Atlético de Madrid o de la Juve.

Uno es del equipo que le da la gana por los motivos que le dan la gana, y entre esos motivos pueden incluirse, por qué no, razones políticas.

Muchos quisiéramos que deporte y política no tuviesen nada que ver, pero la realidad es la que es, y cada cual asocia sentimientos según sus filias o sus fobias.

Es tan lógico que un club como el Barça, que jamás ha disimulado su vocación catalanista, tenga seguidores que dan una gran preponderancia a ese sentimiento concreto, como que haya otros culés, ya sean catalanes, del resto de España o de Burkina-Fasso, a los que la catalanidad del Barça se la traiga al pairo y se declaren incondicionales barcelonistas porqué Cruyff jugó de blaugrana, porqué lo hace Messi, porqué les gustan sus colores o porqué disfrutan llevándole la contraria al merengón de su jefe.

No es tan lógico en cambio (o si), que ante la que se avecina el próximo domingo con la visita del Real Madrid al Camp Nou, la caverna esté empeñada en hacer renegar de su barcelonismo a todos aquellos españoles que no son catalanes.

No es lógico, porqué a aquellos a los que se les abren las carnes viendo estelades en el Camp Nou, les parece tan normal ver banderas españolas pre-constitucionales u oír el ya célebre "puta el Barça y Puta Catalunya" en respuesta al "ultrajante" canto del Camp Nou de "boti, boti, boti, madridista qui no boti"). No es lógico, porqué a aquellos a los que las simpatías de un manchego hacía el tan catalanista Barça les parece una anomalía aberrante, les resulta, sin embargo, la mar de gracioso el hecho de que un catalán sea del españolísimo Real Madrid. No es lógico, porqué a aquellos a los que se les pone de través que un chaval de Burgos declare su amor incondicional por los colores blau i grana, parece darles lo mismo que haya una peña barcelonista en Washington D.C.

Esos guardianes de la reserva espiritual de Occidente no han entendido nada. No han entendido que cualquier opinión merece respeto en una democracia y no han entendido que, del mismo modo que hay españoles fanáticos del Arsenal o de Boca, en una Catalunya independiente habrían votantes de Esquerra Republicana forofos del Real Madrid o del Betis.

O quizás si lo han entendido, y lo que les molesta realmente no es que haya españoles que sean del Barça, sino que haya españoles a los que no cause alergia todo aquello que huela a catalán.

Si es así, que no se extrañen de que el domingo, el Camp Nou parezca el Fossar de les Moreres.

@extrizquierdo