Tener un deportivo rojo o una amante japonesa y no poder dedicarles el tiempo suficiente, es un mal negocio.
Si no puedes mantener los gastos del deportivo y prefieres hablar de política en vez de fútbol con tu amante, parece que lo mejor será dejarlo.
Extremo Izquierdo a querido ser un desahogo personal ante otro impúdico desahogo: el cavernario. La deriva política del asunto ha sido en cierto modo, inevitable, pero el objetivo principal siempre ha sido destacar la memez y la estulticia, a secas, de las vacas sagradas del florentinismo mediático.
Después de año y medio dando la vara con aquello de "solos ante la caverna", la actual coyuntura hace imposible no caer de cuatro patas en la charca política, y como además, obligaciones más prosaicas que el marcaje al hombre de la manipulación mediática filomadridista, no permiten mantener el ritmo de onanismo mental adecuado, se impone poner un punto y seguido a toda esta movida.
La idea es insistir muy pronto (o no tanto) con algún proyecto en el que se hable sólo de fútbol, de fútbol intemporal, compartiendo reflexiones sobre la actualidad menos rabiosa con historias menos trilladas que el hat trick de Pichi Alonso al Göteborg, pero siempre con aquel ramalazo culé que, ha quedado claro, ni puedo ni quiero evitar.
Así es que, de momento... hasta aquí hemos llegado.
Muchas gracias por la paciencia y hasta pronto (nos vemos en twitter).
Un abrazo a todos.