sábado, 28 de abril de 2012

¡El rey está desnudo!


Cuando uno decide escribir sobre lo que piensa, pretende ante todo ser sincero, aunque con el tiempo comience a conocer a sus lectores y saber de que pie cojean.

En ese momento, podría surgir la duda sobre si se debe ser coherente con uno mismo o si tal vez es mejor acomodarse a la corriente mayoritaria, sobre todo cuando esa corriente no está tan alejada, ni mucho menos, del propio pensamiento.

Ahora yo quisiera fundirme con la marea guardiolista, llorando por la marcha del mejor entrenador de la historia del Barça y celebrando la llegada de su heredero natural. Sin embargo, doce horas después de que Pep Guardiola haya confirmado oficialmente en rueda de prensa que abandona el F.C. Barcelona, con ninguna euforia en el cuerpo, me viene a la cabeza la fábula del Rey Desnudo.

Por muy tentador que resulte alabar ahora a aquel que ha conseguido cambiar la mentalidad del barcelonismo, no puedo dejar de pensar que la gran mayoría está viendo, en realidad, que Pep ha dejado en pelotas a la culerada pero que nadie se atreve a denunciarlo.

Respeto completamente la decisión de Guardiola de emprender un nuevo camino. Es más, tengo muy claro que, si no se ve motivado para continuar, lo mejor que puede hacer Pep es apartarse y dejar paso a alguien con la ambición necesaria.

Pero me parece tan evidente que lo que ha hecho Pep es someter al club a un chantaje emocional, renovando a su equipo técnico y después abandonando la nave, obligando a que el necesario contínuismo pase por dejar al equipo en manos de un Tito Vilanova técnicamente tan preparado, o más, que él mismo, pero sin el bagaje necesario para conducir en tan delicado momento a un grupo humano de la complejidad de la primera plantilla del F.C. Barcelona, que me sorprende la absoluta falta de crítica hacía una decisión tan delicada.

Todos estamos de acuerdo en que el Barça debe mantener la idea con la que ha llegado al mejor momento de su historia, pero aunque es innegable que ha sido Guardiola quien a conseguido encajar todas la piezas para alcanzar la excelencia absoluta, no deberíamos olvidar que Pep no ha sido el creador del concepto, si no un producto del mismo, capaz, eso si, de sublimarlo hasta límites hace poco inimaginables.

Una vez consolidada la filosofía, no es obligatorio dejar el equipo en manos de quien decida el oráculo del barcelonismo, sobre todo cuando otros entrenadores, con más o menos nombre, podrían también haber seguido la senda iniciada hace más de veinte años por Johan Cruyff.

Sé perfectamente que lo que acabo de escribir no encaja con el nouveau barcelonismo vigente. Podría decir que Tito es la mejor opción posible. Ojalá lo sea. Pero si quiero ser sincero conmigo mismo, tengo claro que aunque Pep tenga todo el derecho a seguir con su vida, no debería haber impuesto a su sucesor.

El heredero de Pep debía ser, necesariamente, un técnico capaz de seguir con la filosofía de este Barça, ya fuese un entrenador inexperto o experimentado, emergente o laureado, joven o veterano, pero del mismo modo que el rijkaardismo se acabó con Rijkaard, el guardiolismo debería haber acabado con Guardiola.

El Barça va mucho más allá de aquel a quien tanto le debe, y si Pep entiende que poco más puede aportar al concepto, debería haber sido lo suficientemente generoso como para permitir que una nueva variación sobre el mismo tema hubiese intentado mejorar lo que tal vez, sea inmejorable. 

Sé que me quedo sólo. Pero como el niño de la fábula, no puedo dejar de gritar ¡el rey está desnudo!

jueves, 26 de abril de 2012

Hoy soy feliz.


El Barça, en menos de una semana, perdiendo dos partidos y empatando otro, se ha ahogado en una orilla a la que había llegado después de un enorme esfuerzo.

Evidentemente, ese esfuerzo ha significado un agotamiento, más mental que físico, que ha provocado los suficientes errores como para tener que renunciar a Liga y Champions.

El crédito ganado por el equipo ha hecho que la afición blaugrana haya sido capaz de asimilar dos golpes tan duros sin quemarlo todo, pero lo más importante es que, después de ganar, el equipo ha sido capaz de saber perder. No como otros.

Mientras el Barça aplaudía a rivales que no habían hecho más que él para ganar, al equipo de Mourinho le daba un ataque de deportividad y se preparaba para, en menos de un mes, pretender equipararse al mejor equipo del mundo vía doblete.

Es muy fácil orquestar, durante los últimos años, una descerebrada campaña de acoso y derribo pretendiendo desprestigiar cualquier logro ajeno para, a un paso de la gloria, olvidarse de injurias en sala de prensa, violencia en el césped, dedos en el ojo y espantadas al vestuario cuando tocaba aplaudir al contrario, para, instalados en la victoria, intentar engañar a la historia haciéndonos creer que la caverna es prensa deportiva, que Cristiano Ronaldo es un agradable y sencillo futbolista, que José Mourinho es un caballero y que el Real Madrid es un club señor.

Después de recrearse ante la costalada culé, preparándose para despeñar una Champions desde el autocar de la victoria merengue, va el Real Madrid y se pega un guarrazo galáctico ante un Bayern que será tan digno finalista como el Chelsea.

Ahora nos queda por ver si la caverna será tan elegante como pretende.

Mientras tanto, yo lamento mucho que el Barça sólo gane esta temporada la Supercopa de España, la Supercopa de Europa, el Mundial de Clubes y, ojalá, la Copa del Rey, mientras el Real Madrid gana la Liga.

Y sin embargo, viendo como esta noche el Real Madrid de La Décima ha palmado en los penaltis, viendo como ha caído eliminado en la semifinal de Champions, soy muy feliz.

Sé que mi felicidad de hoy es enfermiza. Sé que es señal de un carácter poco deportivo. Lo sé... pero este Real Madrid de Florentino Pérez y José Mourinho no merece otra cosa.

Que me perdonen los madridistas de bien. 

Los otros, que aprendan como se felicita al rival en la derrota...

sábado, 21 de abril de 2012

Señorío en tiempos difíciles.


El Real Madrid ganó 1-2 en el Camp Nou. 

Alves mereció ser expulsado y Pepe y Xabi Alonso protestaron sus tarjetas amarillas.

Como además, el Madrid no consiguió remontar el goal average particular con el Barça, los de Mou aún podrían ver evaporarse la Liga si pierden dos partidos, si empatan otro, si un terremoto destruye La Cibeles y si un tsunami arrasa el Santiago Bernabéu.

Es por todo ello que, ante tamañas injusticias y en una situación tan comprometida, es de agradecer la comedida comparecencia de Aitor Karanka en rueda de prensa.

Pese a tener tantos argumentos como en otras ocasiones para denunciar el habitual expolio arbitral al Real Madrid, el particular histrión de Mourinho exhibió el particular señorío madridista y no mencionó los habituales factores externos que escapan a su control. Esta vez no.

Así pues, parece ser que el Sr. Látigo Serrano tenía razón: el Real Madrid no habla de los árbitros. Al menos no siempre.

Lo que queda es felicitar al Madrid y al madridismo (buuuuf) y confiar en que el próximo martes, el F.C. Barcelona sea capaz de marcar algún gol, confiar en que algún chut a puerta del Chelsea pueda ser detenido por Valdés o por algún defensa (aunque sea con el culo) y confiar en que el fin de los tiempos no se avance y nos permita disfrutar de la final de la Copa del Rey y, si es posible, de una final de Champions League con el Barça en el césped del Allianz Arena.

Ganar la Copa ayudaría. Ganar la Champions ayudaría mucho. Y ganar la Champions al Real Madrid...

Ganar la Champions al Real Madrid sería una prueba de fuego para el señorío madridista en tiempos difíciles.

¡Albricias!

Ya sabemos todos que el Sr. Látigo Serrano es un periodista que ha estudiado mucho para escribir en el diario Marca.

El Sr. Látigo Serrano no es un mal periodista. El problema del Sr. Látigo Serrano es que es demasiado madridista para trabajar donde trabaja.

El Sr. Látigo Serrano tiene la misma limitación que cualquier buen cirujano cardiovascular cuando de hacerle un doble By-pass a su padre se trata: dominando la técnica, es capaz de hacer un estropicio monumental.

En su infame artículo de cada sábado en Marca, el Sr. Látigo Serrano, acostumbra a rajar atolondradamente contra un Barça que excita su inquina y su mala leche.

Como el Sr. Látigo Serrano cree que todos sus lectores están tan obcecados, o son tan cerriles como él, acostumbra a permitirse licencias que sólo algún otro medio que todos sabemos, además de Marca, podría permitirle. 

Hoy, una vez más, el tiro le sale por la culata, porqué en un ejercicio de estilo que pretende ser irónico, desnuda todos los complejos del madridismo más mourinhista.

El Sr. Látigo Serrano insiste hoy en una falacia sobreexplotada desde la caverna. Pretende equiparar las actitudes, los defectos y las virtudes de un Barça y un Madrid que hoy por hoy son, en lo bueno y en lo malo, absolutamente incomparables.

La bromita de persistir en la creencia de que machacar con cualquier soniquete "irónico", como que "el Barcelona no habla de los árbitros" (por ejemplo), conseguirá que alguien no abducido por el nacionalmadridismo llegue a creer que el que se queja realmente no es el Real Madrid, sino el Barça, es lastimosa y deplorable.

En su artículo de hoy en Marca, Perdón por competir, el Sr. Látigo Serrano intenta disimular lo prieto que tiene el recto y, a pocas horas de que su Madrid pueda verle de verdad las orejas al lobo, se descuelga con lo perverso y pérfido que es el Barça.

El Sr. Látigo Serrano viene a decir que el Barça y el barcelonismo, pese a lo que diga el mundo entero, son una secta satánica, mientras que la histórica relación del Real Madrid con el poder central y la actual histeria mourinhista, no son más que leyendas suburbanas que pretenden ocultar las grandes virtudes de un equipo amigo de los niños y ejemplo de deportividad.

El Sr. Látigo Serrano parece no entender que, aunque efectivamente el Barça es un equipo con defectos, que se equivoca y que a veces incluso se extravía, no es lo mismo decir "coño" tres veces al día, que cagarse en la puta madre de todo el mundo novecientas veces por minuto.

Decir un taco de vez en cuando es de mal educado. Injuriar habitualmente es de indeseable.

Yo, por si acaso, espero poder cantar esta noche una victoria del Barça con un sentido "¡albricias, somos realmente un magnífico equipo!" y que si se me escapa un "Collons, som l'hòstia!", espero que el Sr. Látigo serrano no se enfade, sepa perdonarme y no me ponga al mismo nivel que Ochaíta o Paco Buyo.

jueves, 19 de abril de 2012

Hundir a Mou.


No nos engañemos. Ganar una Supercopa de España, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes no convierte una temporada del actual Barça en un éxito, ni siquiera redondeando ese palmarés con la conquista de la Copa del Rey.

Ganar Liga o Champions supondría firmar una gran campaña. Adjudicarse los dos títulos confirmaría definitivamente que este Barça es el mejor equipo de la historia.

Es cierto que, en caso de caer derrotado en las dos grandes competiciones de la temporada, el Barça podría seguir manteniendo su hegemonía siempre que venciese al Athletic Club en la final de Copa y volviese a adjudicarse Liga o Champions en 2013, pero el golpe de ver imponerse ahora al Real Madrid en la Liga sería duro y ver a los blancos adjudicarse Liga y Champions, muy duro. Durísimo.

Lo que ha conseguido el equipo de Guardiola, es que a pocas horas de jugarse toda la temporada con la obligación de derrotar a Real Madrid y Chelsea en el Camp Nou, los barcelonistas tengamos la enorme tranquilidad de depositar nuestras esperanzas en el grupo más solvente del fútbol mundial y la inmensa emoción de poder añadir la idea de remontada al amplio repertorio de la ininterrumpida gozada culé.

Si el Madrid no gana La Décima y ve como el Barça gana su quinta Champions, entrará en un estado de depresión cósmica. Si pierde la Liga que no podía perder, tendrá que tomar una decisión sobre su rendición filosófica al mourinhismo.

En cualquier caso, pase lo que pase, el Barça seguirá identificado a un concepto asociado al éxito. Si el Real Madrid pierde, continuará contando con grandes jugadores capaces de seguir optando a casi todo.

El gran perdedor sería Mourinho, por que fracasaría en su famoso segundo año, aquel en el que lo gana todo por chulo y arrogante.

Si Mourinho perdiese esta Liga, no tendría excusa. Si Mourinho perdiese la final de Champions contra el Barça, no habría parking donde encontrarle. En definitiva, si Mourinho perdiese, más que el Real Madrid, fracasaría el pacto con el diablo suscrito por Florentino.

Así que al Barça le toca ganar el sábado, pero sobre todo, le toca ganar el martes.

martes, 17 de abril de 2012

Si no son manos, es fuera de juego, y si no, váyanse a la mierda Sres. Telespectadores...


El pobre Sergio Sauca, desolado ante la derrota del Real Madrid en el Allianz Arena, invocaba a las huestes madridistas a pronunciarse ante el enésimo robo arbitral contra el equipo de Televisión Española: "¿Hay mano en el primer gol del Bayern de Munich?"

La respuesta de los telespectadores es que no, que no hay mano en el gol del Bayern.

No importa. Inmune al desaliento, y después de que, como si de La Sexta se tratase, RTVE haya radiografiado todos los fotogramas de la jugada en busca del #roboalmadrid, nuestro querido Sergio pide disculpas a los espectadores y manifiesta que la pregunta debería haber sido: "¿Hay fuera de juego en el gol del Bayern?"

No os preocupéis amiguetes. Si el Real Madrid ha perdido, es que algo habrá pasado.

Eso sí, el principal implicado, Iker Casillas, declara amargamente que Luiz Gustavo le ha molestado mucho en el primer gol del Bayern... aunque se da cuenta de que es fuera de juego cuando se lo cuentan en el vestuario.

Ese reglamento paralelo, que desnuda cualquier polémica que pudiese perjudicar al Real Madrid, va abriéndose paso en la imparcial RTVE.

Por supuesto, de las no expulsiones de Sergio Ramos y Marcelo, mejor ni acordarse. 

viernes, 13 de abril de 2012

La mosca cojonera.

La tarde del domingo 4 de abril de 1976, sentado en mi localidad en el gol norte del Camp Nou, alucinaba ante las animaladas que mi abuelo y otros señores con puro soltaban contra mi idolatrado Johan Cruyff.

La verdad es que el holandés llevaba ya un par de temporadas tocándose más bien las pelotas, pero yo no podía entender que aquellos veteranos culés pudiesen estar criticando a nuestro profeta por haberse "cargado" al entrenador. ¿Qué pretendían? ¿Qué se marchase Cruyff y jugase Hennes Weisweiler, un señor tan mayor como ellos? ¿Para qué coño servía un entrenador? ¿Que más daba Weisweiler o Laureano Ruiz?

Para mí, el entrenador de un equipo de 1ª División era un señor que se limitaba a decidir quién jugaba (que en el Barça eran siempre los mismos) y a tener la suerte de conocer a los jugadores y ver en primera fila todos los partidos.

De acuerdo, aquel día yo estaba a punto de cumplir 10 años y era más bien bobalicón, pero casi 40 años más tarde, mi opinión sobre algunos técnicos no ha cambiado demasiado.

Tengo claro que Messi ha optimizado su rendimiento gracias a Guardiola, pero no podría entender que algún seguidor del Barça pudiese preferir que, en una hipotética dicotomía, Messi se marchase si con eso se conseguía que Pep se quedase.

Guardiola ha dado muchísimo al Barça, los merengues parece que creen que Mourinho ha dado aún más al Real Madrid (?), pero los que de verdad mueven el cotarro son Messi y Cristiano Ronaldo.

En cualquier caso, desde mi nula objetividad, me alegro mucho de que mi cotarro lo mueva el mejor jugador del mundo y que para moverlo lo ponga un entrenador que dice cosas coherentes.

Y por supuesto agradezco mucho a Mourinho que no hable con la prensa y filtre sus bravuconadas a través de dos iconos de la comunicación moderna: Karanka y Paramés.

Supongo que Guardiola y Mourinho sirven para algo más que para conocer a todos los jugadores de Barça y Madrid y para ver todos los partidos desde el banquillo. Para muchísimo más, seguro que sí.

Pero para decir chorradas, Mou está mejor callado.

A ver si Clemente también sirve mañana para algo más que para hacer de mosca cojonera.

Lo que me iba a reír...

miércoles, 11 de abril de 2012

Lectura imprudente.

Marca se diferencia de los otros tres grandes diarios deportivos españoles en tres factores primordiales: su tirada, sus valores y su cinismo.

El primero de los hechos diferenciales es objetivamente indiscutible. Marca tiene una tirada muy superior a la de su competidor cavernario y supera a la de los dos medios barcelonistas juntos. Eso le convierte en el altavoz más potente, y peligroso, de España.

En cuanto a sus valores, Marca ha pretendido apropiarse, históricamente, del papel de diario deportivo español defensor de la objetividad y de la imparcialidad. 

Y es precisamente esa supuesta equidad, la que confiere a Marca su seña de identidad más destacable: el cinismo.

Cinismo porque pese  a que Marca es un medio editado en Madrid y con un público objetivo eminentemente madridista, y aunque todo el mundo sabe que es la voz oficial de la caverna mediática, en ocasiones pretende mantener una injustificable imagen de ecuanimidad. 

Ese impostado disimulo Ultra Sur, diferencia a Marca de sus competidores, ya que, con todas las salvedades que se quiera y por mucho que pretenda disimular su director (y padre ideológico del villarato), Alfredo Relaño, el diario As tiene una línea editorial incuestionablemente madridista, del mismo modo que las de Mundo Deportivo y Sport son declaradamente barcelonistas.

Marca, sin embargo, pretende que firmas como las de Santiago Segurola  o Julio César Iglesias, le proporcionen una pátina de credibilidad de la que carece totalmente (cuánto daño hizo el inolvidable Eduardo Inda...).

Y con ese insuperable alarde de cinismo con el que Marca nos obsequia a diario, hoy se atreven a alertarnos sobre los peligros de Twitter, donde en respuesta a sus propias campañas de acoso y derribo al F.C. Barcelona, el ya famoso trend topic #roboalgetafe ha descolocado a una caverna que no sabe si sus consignas ya son tan solo seguidas por obnubilados con pocas luces o si son ellos mismos unos limitados incapaces de entender las coñas de las que son objetivo.

Marca se atreve a pontificar sobre aquellos que opinan con más ingenio y humor que ellos (@Llourinho y @PuntoPalote en este caso), teniendo las narices de decir que "a los usuarios, en este caso a los aficionados, nos corresponde manejarnos con prudencia y cautela para discernir la información de la manipulación".

Queda claro que, para el corazón de la caverna, los únicos que tienen derecho a tratar como disminuidos a sus lectores son ellos mismos, ya que en su caso, información y manipulación se confunden sin problema...

@extrizquierdo

martes, 10 de abril de 2012

#roboalgetafe


El Barça se juega esta noche, ante el Getafe en el Camp Nou, la posibilidad de seguir acechando al Madrid.

Que los de Pep puedan, o no, situarse provisionalmente a un solo punto del equipo que no puede perder la Liga, es relativamente anecdótico, porque nadie garantiza que el Real Madrid no apabulle mañana al Atlético en el Calderón y sin embargo empate en el Bernabéu ante el Sporting del desahuciado Clemente.

Lo realmente importante es que el Barça demuestre que puede luchar por la Liga hasta el final, por mucho que la caverna haya decidido, hace tiempo, que la verdad del juego es mera anécdota y que este es el año en que, definitivamente, debe restablecerse, por lo civil o por lo criminal, la normalidad histórica nacionalmadridista.

El calendario que tan perjudicial parece ahora para el Real Madrid, es el mismo que en su momento supuso para el Barça la pérdida de puntos, por ejemplo, ante Sevilla, Valencia o Athletic Club.

En esos momentos, Twitter no ardía con el hashtag #roboalbarça, pese a arbitrajes tan tendenciosos como el de Velasco Carballo en Mestalla, cuando decidió que era imposible pitar un penalti a favor del Barça.

Es cierto que en esos momentos, el barcelonismo se atrevió a alzar la voz reclamando un mínimo trato de igualdad, pero eso sólo sirvió para que los altavoces florentinianos se escandalizasen ante semejante "demostración" de hipocresía.

Cuando el calendario, el juego y la tendencia arbitral soplaban favorablemente para los intereses de un transformado Mourinho, quejarse del árbitro era una herejía. 

El villarato y el platinato que habían servido para emborronar el incontestable dominio blaugrana, se convertían en vagos recuerdos del pasado cuando Sergio Ramos, Xabi Alonso o Pepe se dedicaban a jugar a balonmano en su propia área.

Sin embargo, un gol por toda la escuadra de Cazorla, que ponía al Barça ¡a 8 puntos! del incontestable Real Madrid, hacía saltar todas las alarmas. Ante la remota posibilidad de que un voluntarioso Barça pudiese, siquiera plantear la posibilidad de amenazar con un intento de remontada en la Liga del mourinhismo, resucitaron instantáneamente todos los fantasmas arbitrales.

El villarato reclamaba su absoluta vigencia, y por si acaso, todos volvían a acordarse de Øvrebø.

Pura lógica. El árbitro noruego es el símbolo de la desinformación cavernaria, que tan bien explica la surrealista situación actual. 

Aquellos que consideran a Øvrebø el artífice de todos los éxitos del mejor equipo de la historia, incluyen a Stark entre los ángeles de la guarda blaugranas, ignorando que el propio Stark masacró al Barça en la ida de la famosa semifinal de Champions de 2009.

Lo ignoran porque la prensa deportiva nacional ha preferido perpetuar los "cuatro" penaltis que el platinato se encargó de perdonar a un equipo al que "teoricamente" deberían apoyar en Europa, a recordar que el mismo árbitro que expulsó a Pepe por entrar en plancha a Alves a la altura de la rodilla, dejó de señalar un penalti de Ballack a Iniesta y otro de Bosingwa a Henry en el partido de ida de aquella semifinal de 2009. En ese partido, Ballack se libró de una más que merecida expulsión, mientras que Puyol se perdió el partido de Stamford Bridge al ver una tarjeta amarilla por protestar. Acciones como un fuera de juego inexistente señalado a un Eto'o que se quedaba solo ante  Čech o un tercer penalti de Terry sobre Iniesta, no pueden más que considerarse como simples lances de un partido en que el Barça fue clamorosamente perjudicado.

¿Alguien se acuerda de aquello? Más bien no. Lo que la gente cree recordar es que, en el partido de vuelta, Øvrebø dejó de señalar cuatro penaltis en el área del Barça. Esos cuatro penaltis fueron en realidad un desmayo de Malouda en pugna con Alves, un piscinazo de Drogba corriendo con Abidal, un sobacazo de Eto'o y, eso sí, una clarísimas, unas clamorosas manos de Piqué dentro del área. La injusta expulsión de Abidal por no tocar a Drogba es otra de las jugadas clave en contra del Barça que han quedado en el limbo del olvido cavernario.

El balance de esa semifinal fue claramente desfavorable para el F.C. Barcelona, pero la caverna descubrió entonces el filón con el que menospreciar el fútbol de los de Pep y el mourinhismo mediático ha encontrado ahora el clavo ardiendo al que agarrarse para intentar mantener como sea la ventaja sobre el Barça en Liga.

De lo que se trata, en definitiva, es de buscar (y encontrar cueste lo que cueste), cualquier jugada susceptible de resultar polémica en favor del Barça, dejar claro que el árbitro beneficia injustificadamente a los blaugrana, ampliar demencialmente la repercusión de la jugada y, por supuesto, obviar, ignorar y ocultar cualquier decisión arbitral que pudiese beneficiar los intereses madridistas o perjudicar los barcelonistas.

A partir de ahí, ya no es necesario analizar nada.

Hoy pretendía ser original, titulando este artículo #roboalgetafe horas antes de que González González pite incluso el inicio del partido.

Lamentablemente, el primer tweet que se refiere a ese "robo", data del 3 de abril.

Alguien se me ha adelantado una semana...

@extrizquierdo