viernes, 23 de mayo de 2014

Lo hemos hecho muy mal...


Lo hemos hecho muy mal. Con un presidente comisionista, empeñado en destruir un equipo legendario con el único fin de cubrirse de oro vendiendo a sus figuras y comprando a sus sustitutos, huido inexplicablemente en el fragor de la batalla dejando en la poltrona a un títere sin legitimidad alguna y en el banquillo a un entrenador desconocido, incapacitado y obsoleto, además  de a un director técnico inepto, irresponsable y holgazán; con todo eso y con una prensa vendida a intereses espurios, programada para perpetuar la corrupción en la Junta directiva, embaucar a una masa social altamente maleable e iletrada y sobre todo, para forzar la venta de Messi, con todo eso… aún podemos sentirnos afortunados de que la FIFA no nos haya sancionado hasta el 2024.

Lo hemos hecho muy mal. Con un presidente acosado por una oposición salvajemente vengativa, limitado en la toma de decisiones deportivas por la cruel enfermedad de Tito Vilanova; que tuvo que recurrir, con la pretemporada ya en marcha, a un entrenador  disponible, sin ataduras contractuales y que lejos de ser apoyado, ha sido vilipendiado obcecadamente por un entorno cainita y autodestructivo; con un presidente hostigado por denuncias interesadas que no han hecho más que perjudicar al Club y forzar su dimisión; con jugadores perturbados por problemas extrafutbolísticos, por lesiones, por el inexorable paso del tiempo e incluso por la muerte del técnico con el que comenzaron la temporada, con todo eso… aún podemos sentirnos afortunados por haber dependido de nosotros mismos hasta el último instante en Liga y Copa.

Lo hemos hecho muy mal, porque lejos de entender que nadie es poseedor de la verdad absoluta, que a la mala gestión se han unido obstáculos cuasi insalvables, unos fruto de la adversidad, otros de un odio intestino y algunos de un odio “anónimo”, y que la institución debe primar, siempre, por encima de los intereses de unos u otros, lejos de todo eso, nos hemos empeñado en aferrarnos a nuestra realidad, tan deformada y tan incompleta.

No queda otra que confiar en una tregua con la que enfocar un futuro que ha de ser mejor… eso y ver este sábado la Final de la Champions por la tele.

No hay comentarios:

Publicar un comentario