viernes, 23 de marzo de 2012

Mou, ese gran barcelonista...

Hay cuestiones a las que, por obvias, no es necesario prestarles excesiva atención. Pero es difícil ignorar el papel que juega Mourinho en la palpable amenaza de inminente descuajeringamiento blanco.

La ventaja del Real Madrid sigue siendo sustancial y, en condiciones normales, debería ser el campeón de la Liga. Yo al menos, como culé irredento, cambiaría su situación objetiva por la del Barça sin dudarlo.

Pero no es esa situación objetiva la que ha desencadenado la actual histeria colectiva que recorre la competición.

La extraña coyuntura actual se debe a un factor subjetivo que todo el mundo conoce, pero que algunos medios (cada vez menos) se obstinan en ignorar.

El entrenador que se burlaba de la obsesión blaugrana por conquistar una Champions en el Bernabéu, está a un paso de demostrar que no es capaz de soportar la presión creada por la obsesión madridista de superar a un Barça admirado en todo el mundo. 

En solo cuatro días, Mourinho ha hecho mucho más que perder cuatro puntos de ventaja. Ha conseguido recordar a todo el mundo cuáles sus auténticos intereses (abrillantar su propio curriculum) y su auténtica naturaleza (ególatra hasta el límite de perjudicar a la institución que le paga). Ha conseguido demostrar que su Real Madrid vive obsesionado por un insuperable complejo de inferioridad inducido por él mismo.

Viendo que la presión del Barça ha convertido cualquier falta cerca del área de Casillas en una potencial amenaza para el hasta hace poco incontestable liderato blanco, The Special One ha empujado a alguno de los más insignes escribidores a sueldo de Florentino a convertir un lance reglamentario (como el castigo de una entrada con los dos pies por delante a dos palmos del suelo), en una inadmisible persecución hacia el Real Madrid.

Mou, cegado por su ambición personal, acabará por convertir en premonitorio aquel "con el Barça en el corazón" de la primavera de hace quince años. 


Si el Real Madrid no gana esta Liga, la impresentable actitud de Mou habrá prestado un histórico servicio al F.C. Barcelona.


1 comentario:

  1. Ya hace quince años de aquella famosa frase?. Joder, como pasa el tiempo! Si al final será cierto lo que dijo...

    ¿Podemos esperar algún post sobre las decisiones de hoy del comité?. "Hijo de puta" ha dejado de ser un insulto, sólo una desconsideración (a partir de aquí podemos llamar lo que queramos al trencilla de turno). Hay "defectos de forma" en algunas actas que acaban quitando tarjetas a Ramos (como a Kameni la temporada pasada antes de jugar contra el Barça a pesar de que su entrada lesionara a un rival por largo tiempo). Hay videos que demuestran que Pepe no simuló nada, y por eso es evidente que se le debe retirar la primera tarjeta. Eso sí, el video no sirve para ver pisotones del mismo individuo a la mano de un rival cuando está en el suelo, ni sirve tampoco para deleitarse con un Cristiano afirmando y reafirmando que los árbitros están "siempre robando", ni sirve ese mismo instrumento para ver a Mourinho llamar (como su pupilo) "hijo de puta" (esta vez en portugués) al colegiado. Bueno, tal vez sí que lo han visto, pero como esto no es un insulto sino una desconsideración no merece más que dos partidos de sanción.

    En fin, que todavía algunos dirán aquello de "unas veces te dan y otras te quitan". Lo deben decir porque "unas veces te dan", Kluivert 4 partidos por utilizar la misma frase que Pepe, y "otras te quitan", esta vez a Pepe le han quitado partidos de sanción y una tarjeta y a Ramos otra que conlleva que pueda jugar el próximo partido. Lo jodido es que siempre dan a los mismos y siempre quitan a los mismos últimamente.

    PD. ¿Callejón tiene algo que decir sobre los que hablan de los árbitros o esta vez va a callar como una puta barata?

    ResponderEliminar