sábado, 24 de marzo de 2012

No es sorpresa, es cansancio...

Cada vez que el Real Madrid toca fondo, que se revuelca en el barro, una parte de la caverna tiende al disimulo.

Ya sea porque el Barça le mete una mano de goles a base de fútbol, porque Mou señala con su dedo el camino equivocado o porque Pepe pisa terreno prohibido, hay momentos en que la cara pseudoamable del florentinato mediático se toma un mínimo respiro, deja el trabajo sucio para sus mamporreros más radicales y aprovecha la evidencia de lo innegable para maquillar su bilis con portadas que, a posteriori, servirán de coartada para proclamar una objetividad que ni tienen ni pretenden. 

Ese pequeño respiro siempre es el preludio de un contraataque furioso con el que volver a la espiral de desvergüenza en la que se ha convertido su obsesiva campaña de acoso y derribo.

Ahora, cuando en el tramo decisivo de la temporada el Real Madrid de sus entretelas parece perder fuelle y la inmolación colectiva blanca se convierte en una posibilidad real y excesivamente acongojante, la estrategia es  meridiana.

Después de que algunos hayan cuestionado a medias el timorato planteamiento y la bochornosa actitud de Mourinho, el grueso de la caverna se siente legitimado para lanzar la ofensiva final con total desahogo, irremediable cinismo y  habitual desvergüenza.

Con la afición merengue al borde de un ataque de nervios, la caverna aprovecha la escandalosa decisión del Comité de Competición, que permite irse de rositas a la cuadrilla de macarras de Mou, para criticar la sanción a Pepe comparándola con la "exoneración" de Piqué.

Pepe llama "hijo de Puta" al árbitro, insulto que Paradas Romero refleja en acta como simple "desconsideración" (la madre del señor colegiado estará contenta), y el arma arrojadiza de Relaño se acuerda de Piqué.

Muy bien. Ya puestos, si a Pepe le caen sólo dos partidos por defecar en lo más sagrado, cambio un partido de suspensión a Piqué por otro a Cristiano Ronaldo.

En definitiva, aunque Sánchez Arminio no se entere, acusar de robo al árbitro debería ser más grave que denunciar cierta premeditación alevosa.

Eso si, Piqué comparte la portada de As con el descontrolado Pepe, pero del guaperas portugués no se acuerda ni el tato.

No es sorpresa, es cansancio...

3 comentarios:

  1. Lo peor de todo esto es que la inmensa mayoría de madridistas cree a pies juntillas todo lo que ve en la prensa y medios madridistas. Les da igual que uno merezca una sanción ejemplar por su reincidencia que aquí lo importante es que no sancionan a Piqué por lo que ellos entienden una ofensa sin precedentes.
    En fin yo cada día estoy más seguro que el madridismo ha perdido la cabeza y se ha entregado a las locuras de los altavoces, se creen que los males del Madrid son culpa de los demás pero no se detienen a mirarse a sí mismos.

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  2. Era raro que no se quejaran, las sanciones son de risa, que le quiten la tarjeta a Ramos por que el acta esta mal redactada es de de autentica pena. Si un árbitro expulsa a un jugador por dos tarjetas,eso es una expulsion y ya esta,que es eso de apelar. En lo de Rui Faria da igual, no es relevante se pondrá en la grada del bernabeu al lado de mourinho y tendrá barra libre para insultar, menospreciar y hacer lo que le de la gana. Lo de Pepe es mas de lo mismo,a este jugador da igual los partidos con lo que los sancionen siempre volvera a hacer algo amparado en su entrenador, el comite debería imponerle sanciones economicas, y asi se calmaría una temporada.
    Tambien hace gracia que la prensa madrileña pide que se rearbitren los partidos, pero cuando Pepe pisa la mano a messi, da codazos,patadas en la cara, rodillazos en la espalda de los contrarios o clamen contraa el que lesiono a callejon, miran en el youtube las entradas salvajes de pepe en vallecas o las entradas de arbeloa en la final de la copa del rey. En definitiva la prensa deportiva española da pena, ojalá algun dia haya un periódico digno de informar, o un programa de televisión en donde se pueda escuchar a periodistas en sus cabales informar.

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  3. Lo curioso es que no se dan cuenta de la maniobra del Comité: si decidieron no sancionar a Piqué (que lo merecía), fue para que no se les echara encima todo el barcelonismo después de esas mierdas de sanciones a los madridistas en cuestión, para las que se aplicó una regla que no era y por eso ahora resulta que "hijo de puta" es menosprecio y no insulto.

    El problema de la prensa madridista y del madridismo en sí es claro: se empeñan en que, para no caer en doble rasero, hay que decir que es todo igual. No, hijos, no. El Madrid y el Barça tienen menos derecho a queja, en cuestión de árbitros, que los demás equipos de la Liga BBVA, pero no tienen los dos el mismo ni con todo el optimismo del mundo.

    Por eso no me gusta el periodismo deportivo. Aparte de Rubén Uría, Martí Perarnau y dos o tres más, son gentuza.

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