martes, 19 de noviembre de 2013

Trofeos a medida.


Como casi todo en este mundo, el fútbol se mueve por estados de ánimo y percepciones puntuales.

Números y estadísticas se aliñan a gusto del consumidor, y las encuestas se utilizan como armas arrojadizas.

En 2009, la IFFHS determinó que el Real Madrid era el mejor club de fútbol del siglo XX. La elección se resolvió según un coeficiente de puntos obtenidos en base a las victorias y empates conseguidos en Copa de Europa (y Liga de Campeones), Copa de Ferias y Copa de la UEFA, Recopa, Copa Mitrona, Copa Latina y Supercopa de Europa. Según los parámetros establecidos, el Real Madrid acumulaba 563,50 puntos, la Juventus 466 y el F.C. Barcelona 458.

Anteriormente, en diciembre de 2000, lectores de la revista de la FIFA, FIFA World Magazine, ya habían determinado (con un 42,35% de los votos) que el Real Madrid había sido el mejor club de fútbol del siglo XX. Según esa votación, auspiciada por la FIFA, el segundo mejor club del siglo XX era el Manchester United (9,69%) y el tercero el Bayern de Munich (9,18%). El F.C. Barcelona descendía al cuarto puesto, con un 5,61% de los votos.

A bote pronto, parece incuestionable que el Real Madrid fue, efectivamente, el mejor club de fútbol del siglo XX.

Sorprende, sin embargo, las diferencias entre una clasificación establecida en base a cifras y otra en base a la percepción de los lectores de una revista.

Si nos remitimos a las votaciones según percepción subjetiva, habría que tener en cuenta que cuando en diciembre de 2000, la FIFA World Magazine concedió el título de mejor club de fútbol del siglo XX al Real Madrid, el club blanco era el vigente Campeón de Europa. El campeón de la temporada anterior, 1998-99, había sido el Manchester United y en la 1997-98 también se había proclamado campeón el Real Madrid. En la 2000-01, el Bayern de Munich conquistaría la Liga de Campeones. En esa época, el F.C. Barcelona estaba presidido por Joan Gaspart y era entrenado por Llorenç Serra Ferrer.

Si nos remitimos a la fría estadística, y tenemos claro que hablamos de clubes de fútbol y no de clubes deportivos, sorprende que, por ejemplo, la Copa de Ferias tenga un coeficiente superior al de la Recopa cuando la UEFA ni siquiera reconoce oficialmente dicha competición (en cualquier caso, como gran dominador de ambas competiciones, la puntuación beneficia al F.C. Barcelona) o que no computen las competiciones nacionales.

Pero sorprende, sobre todo, que se hable del siglo XX en su conjunto, cuando la primera edición de la Copa de Europa comenzó a disputarse en la temporada 1955-56. ¿Lo que sucedió antes no cuenta?

Parece que no. Cuando en abril de 1955 la UEFA aprobó la competición impulsada por L'Équipe, sentaba las bases de lo que iba a ser una época de dominio incontestable en Europa del Real Madrid. Y no hay que ignorar que Raimundo Saporta y Santiago Bernabéu fueron los grandes valedores del editor del periódico deportivo francés, Gabriel Hanot, en esa aventura.

Entre 1948 y 1955, el F.C. Barcelona se había adjudicado, Copas Martini & Rossi y Copas Duward aparte, cuatro Ligas, tres Copas de España, la Copa Latina en dos ocasiones y dos Copas Eva Duarte.

En 1950, con la llegada de Ladislao Kubala, el dominio del F.C. Barcelona era incontestable.

Ante este panorama, y apoyado por un Régimen que estaba muy por la labor, Santiago Bernabéu no dudó en perpetrar, en 1953, el escándalo Di Stéfano. Haciendo imposible la pareja Kubala - Di Stéfano, era necesario crear un escenario donde el astro argentino explotase todas sus cualidades. La Copa de Europa era el escaparate ideal.

Sesenta años después, la historia parece repetirse.

Las estadísticas se manejan según interese y los éxitos se relativizan o se sobredimensionan dependiendo de la trinchera.

Si a nivel de clubes, y con villaratos, platinatos, calendariatos y acusaciones de dóping a discreción, la paciencia de algunos ha llegado al límite, ésta se ha desbordado con el absoluto dominio, a nivel individual, de Leo Messi.

Cuatro Balones de Oro más tarde (entre otras menudencias en forma de FIFA World Player, Botas de Oro y demás) y aprovechando la lesión del mejor jugador del mundo, la campaña pro Cristiano Ronaldo ha llegado a límites demenciales. Es ahora o nunca.

Después de desprestigiar un trofeo que, según ellos, hubiese tenido que distinguir a cualquier futbolista menos a Messi, se presenta la oportunidad de cambiar argumentos y volver a considerar el Balón de Oro como lo que siempre ha sido: el reconocimiento al mejor jugador del mundo. Veremos.

Y si no, pueden volver a hacer lo que ya hicieron con la Copa de Europa: diseñar un trofeo a su medida.

Sería la oportunidad de que Cristiano Ronaldo ganase cinco consecutivos.




1 comentario:

  1. Qué alivio comprobar que aún existen reductos contra la avalancha cavernística que nos asola en estos duros tiempos mediáticos. Gracias por tus artículos. Claros, concisos, respetuosos, y con grandes dosis de realidad y verdad. Un saludo.

    Uno más.

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