El Ansias.

No sé porqué (o si), pero leer en papel, en edición impresa, con la mancha del café con leche y las migas del cruasán (caray, que guarro), cosas que todos sabemos pero que nunca oímos en televisión, me pone palote (bueno, contento).

Hoy me he desayunado encima con el artículo de Diego Torres en El País, Ansias por el remate. 

Nada nuevo bajo el sol, pero  párrafos como "sus colegas saben que Cristiano está obsesivamente dedicado a una prolongada lista de cuestiones. Sus abdominales, sus cejas, su melena, la lucha contra el humo del tabaco, sus títulos, sus goles, y, sobre todo, la reconquista del Balón de Oro, le causan una suerte de impaciencia espiritual. Y el Balón de Oro, desde 2009, corresponde a Messi..." me producen aquella malsana satisfacción del que piensa: "vale, no lo conozco, lo mío es un prejuicio injusto, pero coño, es que ha de ser muy, muy tontaina".

Pues ya ves que consuelo, yo aquí y mañana él en el césped (poco le va a preocupar lo que pensemos a este lado del Ebro).

Lo que si debería preocuparle es que lleguen a oídos de Messi (no creo que vaya a leerlo) perlas como esta: 

"La crispación de Cristiano ante la aparición de Messi, que le desposeyó del Balón de Oro obtenido en 2008, es cosa sabida en todo el Madrid. Dicen los empleados del club que ver a Cristiano mirar por televisión un partido en el que juega Messi es un espectáculo sobrecogedor. Sobre todo, si está presente su representante, Jorge Mendes, que también es el agente de Mourinho. Hay privilegiados que los han visto a los tres ante una pantalla observando a la estrella del Barcelona. Dicen que, en estas situaciones, Mendes y Mourinho se muestran paternalistas. Que, ante las hazañas de su adversario, Mendes lo anima con frases como: "¡La gente no entiende de fútbol! ¿Cómo han podido darle el Balón de Oro a este tío?". Y que Cristiano, desdeñoso, nunca menciona su nombre. Cuando habla de El Enano, todos saben a quién alude".

Anda que cuesta poco encabronar al Enano. Y todos sabemos de lo que es capaz El Enano encabronado.

El Ansias, como llaman en realidad a Cristiano en el vestuario (no El Máquina) demuestra, pues eso, lo tontaina maripepona que es, porque llamando la atención siempre antes de un Barça-Madrit ("no creo que a nosotros nos metan 8" en la primera vuelta, "quién ríe el último, ríe mejor" ahora) no hace más que, como diría el inefable Roncero, despertar a la Bestia.

Ahora sólo le faltaba que también se despierte El Enano de la Bestia.