domingo, 10 de abril de 2011

La realidad virtual.

Barça y Madrid han ganado sus partidos previos al choque del próximo sábado en el Santiago Bernabéu.

La diferencia en la tabla continua siendo de 8 puntos, y parece difícil que, aún perdiendo en Madrid, el Barça vaya a ceder 11 de los 18 puntos que quedarán por disputar después de lo que a todos les está dando por llamar el "clásico", y que a mi me ha gustado llamar siempre un Barça-Madrit, o en este caso, un Madrit-Barça.

La prácticamente segura consecución de la Liga por parte blaugrana, sumada a dos años de apabullante dominio en cuanto a títulos y juego, obliga mucho, muchísimo, a un Madrid que, presionado por su afición, su caverna particular, y sobre todo, por la inversión galáctica llevada a cabo en las últimas temporadas, necesita adjudicarse alguno de los títulos que quedan en liza.

El Real Madrid jugará la final de Copa dentro de diez días, y está solo a medio paso de entrar en las semifinales de Champions. Superar al Barça en ese doble enfrentamiento (o al menos en uno de ellos), podría parecer suficiente para cualquier observador, pero para la gruta mesetaria, que ha apostado demasiado en su campaña anti-Barça, y que ha abducido a medio país en su teoría conspiratoria contra el equipo de España (de su España, claro), parece que es más importante echar toda la basura (por no decir mierda) sobre el rival que conformarse con apoyar al equipo de sus entresijos.

El temor a una nueva campaña en blanco (blanco nuclear, blanco glaciar), hace que la caverna mediática persista en su empeño de vivir en una realidad virtual, un realidad en la que se han instalado ellos y con la que pretenden embaucar a toda un afición sedienta de malsana venganza.

El resumen cavernario de la trabajada victoria del Barça sobre el colista Almería, es que se debió a la alargada mano del villarato, que concedió un penalti (dudoso para ellos, como una casa para el resto de la humanidad) que, pese a ser idéntico al cometido por Iraizoz sobre Di María, nunca tendría que haber sido señalado (los dos que pitaron a favor del Real Madrid si, esos fueron cojonudos). Que al Madrid le hayan pitado 10 penaltis a favor en 31 jornadas, por tan sólo 3 al Barça es una anécdota sin importancia, a la que es mejor no prestar demasiada atención (no fuese a provocar un cortocircuito en sus mentes enfermizas).

El villarato es la punta de lanza de esa realidad virtual que, por mucho que pinche, no va a poder romper con la realidad objetiva, con la realidad real, real de la buena (no la del Real Madrid), y con el villarato siguen tocando los huevos a los aficionados de bien, para no soltar el clavo ardiendo al que tan fuerte se agarran grandes magos del humor como Tomás Roncero o Alfredo Relaño, y que tan pobres resultado les ha dado.

La angustia, el terror que les produce la idea de un hundimiento en la miseria real, hace que, a la espera de volver a situarse a cinco puntos la próxima semana, su realidad virtual les coloque en disposición de optar nuevamente a la Liga. Una liga que, si pierden, será por culpa del villarato. Un villarato cada vez más virtual.

3 comentarios:

  1. Nada nuevo bajo el sol. Creo que echaré curriculums en Marca y en As porque dia sí y día también adivino las portadas o artículos que publicarán después de cada partido o rueda de prensa en contra del Barça. Esto ya era enfermizo desde hace mucho tiempo. Dónde iremos a parar...

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  2. La realidad virtual a la que está sometida la caverna (mira que me resistía a usar este término, pero ya no puedo) roza ya no sólo lo virtual sino la sublimación de lo peor de cada persona.
    "Estarán conmigo con que fue más dudoso que los dos de San Mamés" No los he visto, ninguno, pero es que ya no lo necesito: sé con qué armas juegan todos. Así que lo único que puedo decir es que Barça ni Madrid van a ganar los cuatro partidos que casi seguro habrá, además que Madrid algún día ganará al Barça porque es imposible que siempre gane este. Supongo que en uno de esos enfrentamientos se producirá y yo voto por el del sábado, es más, eras tú quien decía de sacar al B en el Bernabeu (que estoy seguro que jugaría mejor que el RM) para reservar para la final de Copa y las posibles semis ahora, y lo apoyo: saquemos a los chavales y que diviertan al merengue. Pero hay una cosa, creo que quien gane el sábado tendrá un 70% de posibilidades de llevarse la final de Copa. Todo influye. Un saludo.

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  3. Un saludo. No creo que tenga tanta incidencia una victoria el próximo sábado sobre la final de Mestalla.
    Evidentemente, antes o después, el Madrid volverá a ganar, y el ambiente se hará irrespirable, por que el revanchismo corrompe todo lo demás.
    Pero el sábado hay que ir con el B, porqué perder con los titulares convertiría en insoportables los días previos a la final de Copa.
    No es miedo. Es prevención.
    Que se desgasten ellos.

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