jueves, 7 de abril de 2011

¿Tirará Mourinho la Liga?

A no ser que los jugadores del Barça se apollarden en grado máximo, la Liga es un campeonato ya ventilado.

La presión del entorno madridista por conseguir un título esta temporada, con el plus de conseguirlo a costa del equipo blaugrana, y el mal perder del propio Mou,  pueden  llevar al entrenador portugués a concentrar su atención  en aquellas competiciones en las que aún se ve con posibilidades y en las que el esfuerzo se limitaría a un máximo de cuatro partidos (final de Copa, semifinales de Champions y la hipotética final de Champions). Cuatro partidos en los que la exigencia, eso sí, sería máxima.

Los seis partidos de liga que tendrá que jugar el Real Madrid después del enfrentamiento con el Barça en el Bernabéu y hasta el final de la competición, se dividen en tres salidas en las que tendrá que vérselas con equipos que se estarán jugando un puesto en Europa League (Sevilla) o el acceso directo a Champions (Valencia y Villarreal) y tres encuentros en su estadio contra rivales que se dejarán la vida para no descender a 2ª (Zaragoza, Getafe y Almería).

Los resultados de los partidos que el Madrid juegue como visitante afectarán básicamente a los propios Valencia y Villarreal, por lo que no tendrían que alterar, en sentido estricto, el desenlace final en lo que a posiciones de Champions se refiere.

Pero lo divertido viene por abajo. En circunstancias normales, el Madrid debería ganar sus tres partidos. Sí así lo hace, perfecto. Pero una derrota ante cualquiera de los tres equipos que visitarán el Bernabéu, daría argumentos al resto de implicados en el descenso para recordarle a Mourinho sus continuas quejas sobre la supuesta adulteración de la Liga española en favor del F.C. Barcelona.

Por supuesto que el Madrid, como el resto de clubs, tiene todo el derecho del mundo a priorizar sus objetivos. ¡Faltaría más! Pero alinear a Canales, Pedro León y Gago frente a Zaragoza, Getafe o Almería restaría credibilidad (si es que tienen alguna) a las quejas de uno que acusó a un colega de regalar un partido (bueno, y que se quejó de que los árbitros no le tienen cariño, que Jaume Roures le tiene manía…).

Al amigo Mou ya sólo le quedaría argumentar que Punto Pelota lo ponen muy tarde y eso le impide descansar lo suficiente para preparar adecuadamente sus partidos.

Quién aún se crea que no pasará nada si el Real Madrid vuelve a quedarse en blanco esta temporada, que levante la mano.

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