sábado, 9 de julio de 2011

No importa lo que digan.

No soy argentino. De hecho, nunca he estado en Argentina, y si visitase Buenos Aires en los próximos meses, ni siquiera podría cumplir uno de mis sueños: asistir a un Boca-River en La Bombonera o a un River-Boca en el Monumental.

Admiro profundamente el fútbol argentino, pero mi desconocimiento de la realidad argentina me inhabilita para opinar sobre el linchamiento de Messi en su propio país.

Y sin embargo, no puedo dejar de sorprenderme ante la injusticia histórica que está cometiendo una sociedad que, evidentemente, parece no conocer al mejor jugador del mundo.

Pocos en Argentina parecen entender que Messi es un jugador formado en Europa, y que tras haberlo demostrado todo con sólo 24 años, se ve obligado a afrontar un examen de revalida cada vez que defiende a su país.

No creo que el debate sea si Argentina puede jugar como el Barça o no, ni si Messi es menos Messi sin Xavi ni Iniesta. Probablemente, el debate debería centrarse en si Argentina sabe realmente a que juega, si los jugadores argentinos componen un equipo o un tumulto de nómadas, o si Messi debe asumir todas la responsabilidad en una selección donde los responsables técnicos no hacen jugar a los mejores.

Como dice Calamaro en su blog"Perdón, Messi ... siempre es así ... Ni te aplauden por seguir jugando, tocado... Hablamos todos del equipo y después te crucifican (Como dijeron a Alice Cooper) no te merecemos"... "Usted juegue tranquilo que ya lo ganó todo"... "Plántese y explique cómo quiere jugar y dónde. Arme el equipo según su inteligencia total y su sabiduría inexplicable. El futbol es así".

Argentina lo está haciendo mal en esta su Copa América. Pero si gana el torneo, con gol de Messi en la final, todos lloraremos de emoción con la narración de Alejandro Fantino.

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