martes, 16 de agosto de 2011

Tu si que das coraje, chaval.

El lunes 29 de noviembre de 2010, Sergio Ramos entra a lo bestia y por detrás a Leo Messi en el minuto 90 de un partido en el que el resultado, en ese momento, era de 5-0.

La estúpida y criminal entrada, absolutamente inútil, supone la expulsión de Ramos, que ya liberado, se permite dar un manotazo en la cara a Puyol y empujar a Xavi, compañeros ambos en la sacrosanta Selección española.

Además de garantizar la mourinhista excusa de que el Madrid del portugués sólo pierde contra el Barça jugando en inferioridad, la ida de olla de Sergio Ramos abrió la veda para que un Madrit acomplejado, institucionalizase el juego duro como herramienta para enfrentarse al “producto acabado” blaugrana.

Volver a recordar los pisotones de Marcelo, los manotazos de Adebayor, las entradas al límite del reglamento de jugadores como Arbeloa o Xabi Alonso y, como no, los arranques de furia de un incontrolado Pepe, no serviría más que para remover un pasado que, por muy reciente que sea, no es más que eso: pasado.

Pero cuando el 14 de agosto de 2011, inicio del famoso “segundo año” de Mourinho, Marcelo vuelve a pisotear , Xabi Alonso vuelve a apuntar a tobillo ajeno y cuando, como no, Pepe vuelve a perder el oremus, embistiendo a Alves again, resulta particularmente sangrante que el lanzacopas de Camas, paradigma del fair play y de la intelectualidad en el mundo del fútbol, se despache con la muy meditada afirmación de que “da coraje que Alves manche el fútbol con su espectáculo”.

¿Alves mancha el fútbol? 


Desde luego Dani Alves no es el mejor ejemplo para los niños. Pero considerar que Khedira alcanza con sus tacos a Abidal en la frente de modo fortuito o que Pepe vuelve a ser una pobre “víctima” del “teatro” blaugrana por llevarse por delante al pérfido Alves, y que el que “mancha el fútbol” es el que recibe una entrada que raya con la violencia, no es más que la demostración de un hecho ya sabido: la queja como justificación se ha instalado en un madridismo absolutamente alienado por un Mourinho, que por ejemplo, ha conseguido que sus continuos aspavientos se conviertan en el hilo argumental de la retransimisión de los clásicos por televisión.

Tu si que das coraje, chaval. Tu, tu jefe y tu caverna. 

Ya lo sabíamos, pero viendo que la reacción de la prensa madridista después del partido de ida de la Supercopa, es que la “culpa es del árbitro”, no queda otra que prepararse para un nuevo capítulo de una guerra cavernaria excitada, aún más, por el mourinhismo rampante.     

6 comentarios:

  1. De acuerdo contigo Xavier. Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Vaya añito que nos espera con la caverna, sólo espero que como los últimos años el Madrit se quede a las puertas de todo, pq sino veremos titulares como "Ni con el árbitro pudieron con NOSOTROS". Ufffffffff que año. Visca el sentido común.

    ResponderEliminar
  3. Visça Anónimo, visça... jajaja

    ResponderEliminar
  4. Hola mi amigo de Barcelofilia, me ha recomendado tu blog, para que mirase de vez en cuando y me ha gustado tanto, que me he hecho seguidora.
    abrazos y Força Barça.
    Mª Trinidad

    ResponderEliminar
  5. Gracias y bienvenida, Mª Trinidad. Este año nos vamos a divertir.

    ResponderEliminar
  6. Fuckermaster Turbo17 de agosto de 2011, 22:22

    Uuuuf... ¿Por donde empezar?

    El análisis del juego duro del madrid es un poco parcial. Quiero decir, no se puede esperar que de un espacio totalmente blaugrana, se encuentre un poco de justicia. Veo que no. Pero es sencillo despotricar contra el juego al límite del Madrid, cuando desde una parte se cuenta con protección arbitral. Protección, ojo, que es para ambos... pero cuando juegan contra el resto.

    Si se contabilizan las faltas sancionadas, es evidente que hay un abismo. Pero en mi opinión, el Barcelona tiene un aura cuya consecuencia es que el rasero con el que se le mide, es muy distinto. Mascherano, mismamente, o las manos de Abidal (¿fortuita?) o Alexis, me parecen tan sancionables como algunas entradas de Xabi, hablando solamente del ultimo partido.

    Quiero comentar que lo de Pepe es de locos. Va como un animal. Pero tan culpable es lo suyo, como un árbitro que no se moja (coño, que le expulse), pero no puede: pepe no toca a Alves, y éste REPITE la pantomima. Vaya... ¿qué haces? ¿Expulsar a ambos? Sería lo suyo. Como lo de Cristiano... si no pita penalty, es amarilla para el del madrid. Si es penalty, es roja para Valdés. Pues ni una cosa, ni la otra.

    De todas formas, es un espectáculo lamentable, por la parte de un equipo que va al límite (y sólo le ajustician, y no como debería, contra el barça), y por la de un equipo teatrero con unas artes que me recuerdan al peor barcelona de los ochenta.

    Ala. Aúpa Athletic! :P

    ResponderEliminar