jueves, 15 de septiembre de 2011

En defensa de Cristiano (que Dios me perdone).

Cristiano Ronaldo es un bravucón, que es lo mismo que chulo, pero en fino.


Su arrogancia, su prepotencia, su engreimiento, han sido gasolina para poner en combustión a un barcelonismo al que sólo le ha faltado que Mourinho fuese repartiendo cerillas.

Sin embargo, después de haber atacado de los nervios al mismísimo Iniesta, el portugués parecía haber iniciado un cambio radical esta temporada, rebajando muy mucho su tono y alejándose de tánganas y follones.

Cuando uno tiene asesores incluso para elegir el color de los gayumbos, es bueno que se deje asesorar en lo referente a su actitud y comportamiento público. Y Cristiano parece haber comenzado a escuchar buenos consejos.

En un ramalazo de cordura, Cristiano parecía haberse dado cuenta de que después del Madrid hay vida, y que con un Barça decidido a amargarle la existencia a Florentino, es bueno no cerrarse demasiadas puertas.

Anoche, sin embargo, después de que los amigos del Dinamo de Zagreb le dieran una sesión completa de masaje durante su debut, esta temporada, en Champions, Cristiano demostró que la cabra tira al monte, y se soltó con uno se sus momentos estelares: "Me tienen envidia por ser guapo, rico y bueno".

¡Qué decir! Hombre, Cristiano es guapo, rico y buen jugador. Eso no lo duda nadie. Pero puestos a envidiar, yo personalmente envidiaría a la mitad (o más) de los jugadores de la 1ª División española. No todos serán tan guapos, tan ricos ni tan buenos, pero para empezar, todos (incluido César, son más jóvenes que yo).

Pero por lo que pocos envidiarán a Cristiano, es por su inteligencia. Y es por eso que toca defender al chaval.

Viendo las sandeces que sueltan en esto del fútbol, personajes en principio mucho más preparados que el portugués, como directivos, entrenadores o periodistas (que cada uno ponga los ejemplos que le apetezca), hay que ser un poco generoso y tener en cuenta la edad y el nivel cultural del protagonista. No ha de ser fácil gestionar un cambio personal cómo el que ha experimentado CR7, que en poco más de 10 años ha pasado de corretear por las calles de Funchal, a estampar Ferraris por las carreteras británicas o a pasearse por la Castellana con Irina Shayk (ahí si que da un poquito más de rabia).

A Cristiano le interesa seguir por el camino de discreción que parecía haber tomado esta temporada, y a Siro López y a Tomás Roncero les interesa pensárselo dos veces cuando opinen sobre el nivel intelectual de Messi (seguro que no es Einstein, pero al menos procura no meterse en jardínes).

Al fin y al cabo, en esto de la hermosura, para gustos los colores.

1 comentario:

  1. A lo mejor si Ronaldo un dia decidiera dejar de hacer bicicletas que no llevan a ninguna parte, tacnozas en medio campo para chulearse y decirle a los contrarios si quieresn un autógrafo de él, no le darían tanto. A Valeron casi lo retiran y no paso nada.

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