martes, 13 de septiembre de 2011

Los que muestran cinismo.

Cínico: Que muestra cinismo (vamos, de cajón).

Cinismo: Desvergüenza o descaro en el mentir o en la defensa y práctica de actitudes reprochables (esta, esta es la que buscaba).

Leyendo a según que elementos de la prensa deportiva de Madrid (mejor dicho, madridista), algunos sustantivos adjetivan plenamente su significado.




Ayer fue uno de aquellos lunes de difícil digestión en Barcelona.
Pesada sensación de bochorno, mediados de mes (que por desgracia ya casi equivale a finales), mucho calendario hasta las próximas vacaciones y ligera resaca de euforia merengona después de los resultados del sábado (de la otra resaca apenas quedan huellas).

Nos ha ayudado un poquito el hecho de que, después de tanto cagómetro envainado y fin de ciclo doblado, la caverna no se haya atrevido a desatar la maquinaria de la euforia desbocada más allá de los límites razonables (tercera jornada que es la segunda) y que ya tengamos aquí la Champions.

Aún así, la realidad es la que es, y la hipoteca aprieta, el jefe atormenta y el Madrid, fíjate tú, aventaja en dos puntos al Barça.

Un culé recalcitrante como yo, podría buscar consuelo en que, más o menos, el Barça de Guardiola arranca igual todas las temporadas o en que es mejor llegar en diciembre con dos puntos menos al Bernabéu, para que el Madrid se venga arriba y, sin abusar, 0-3, líderes y para casa. Y sin embargo, aunque no estoy excesivamente preocupado, la verdad es que los tópicos barcelonistas de siempre no me sirven de casi nada.

Y sin embargo, hay algo que ha reavivado aquel fondo guerrero (que cada vez tengo más al fondo -a la izquierda-) y aquellas ganas de jarana fútbolera, bromurizada con los años: el cinismo mostrado por aquellos que, además de madridistas, son cínicos (porque muestran cinismo).

Yo siempre he tenido claro que el villarato no es más que un placebo diseñado para contentar a mentes disconformes con la verdad verdadera. ¿Penalty dudoso a favor del Barça, que supone el primero de seis goles? La respuesta villarista no puede ser otra que, sin ese penalty, al Barça no habría podido encarrilar el partido. ¿Penalty en contra del Barça no señalado? El villarato destacará sin rubor esa jugada, obviando los tres penaltys escamoteados al Barça en el mismo partido. ¿Expulsión de un central del Madrid qué pasaba por allí? No se considerará importante recordar pisotones ni puñetazos previos ignorados por el arbitro, ¿para qué? Lo importante es la expulsión, porque de haber seguido el Madrid con once, el Barça se hubiese fustrado, hubiese (o hubiere) entrado al terreno de juego un balón de oro devaluado y hubiere (o hubiese) marcado un gol en el minuto 93 (teoría mourinhiana de la lotería me toca porque lo deseo con todas mis fuerzas). Las agresiones no castigadas son meros lances varoniles del juego.

Así pues, cuando estás teorizando conspiranoicamente durante temporadas de derrota contínua, lo que podría hacernos creer remotamente, a los no comulgantes con en el dogma relañista, que la visión de los apóstoles del villarato es mínimamente objetiva (o sustentada en una brizna de realismo), sería ver como los voceros del villarato critícan (no necesariamente con la misma virulencia, pero si con un poquito de convicción) robos como el del sábado en el Bernabéu.

En honor a la verdad, el medio donde nació el término villarato (el diarío As), ha disfrutado "discretamente" con la ventaja adquirida por el Real Madrid, pasando de puntillas por el tema arbitral, sin entrar en justificaciones extraordinariamente retorcidas (su director, Alfredo Relaño, apenas comenta el "penalty no penalty" a Cristiano en su editorial del domingo, y su humorista de cámara, Tomás Roncero, se limitaba ayer a glosar la gran mejora de las prestaciones madridistas en relación a la segunda jornada de la pasada temporada) y básicamente, haciéndose los locos con el tema villarato. Muy poco que decir en contra.

Lo que ha excitado de mis instintos más básicos, ha sido el ejercicio de descarada obscenidad de algunos colaboradores de Marca en su edición de ayer lunes.

Para Roberto Gómez, por ejemplo, las quejas del twittero centrocampista getafeño, Rubén Pérez, opinando que "poco hay que hacer" ante el hecho de que "siempre te roban en el Bernabéu", son propias de un "demagogo, un inmaduro y un insensato" (el Real Madrid y adláteres, debe ser un criadero, según Roberto Gómez, de demagogos, inmaduros e insensatos). Además, el "comentarista deportivo", considera que cualquier otro club que no fuese el Getafe, "le habría llamado a capítulo" (Mourinho debe pasarse el día recibiendo las broncas de Florentino), y mantiene, en un alarde de desahogo, que "no se puede dudar del sistema, ni de los árbitros" (¡toma ya!). Para Gómez, "estas cosas hay que cortarlas de raíz, en caso contrario, estaremos dando una imagen lamentable y penosa de nuestra liga" (nuestra liga no debe poder respirar debido a la cantidad de estiércol vertida desde la caverna). El dicharachero colaborador de Marca, se despide recordando al pérfido Rubén Pérez, que "el que gana, querido Rubén, siempre es por méritos". O sea, que todos tranquilos, lo que algunos equipos han ganado al Madrid, siempre ha sido "por méritos" (aunque a Mourinho le hubiese dado vergüenza).

Al venerable DiStéfano, en su sección "Cortita y al pie", lo que no le gustó fue la actuación del entrenador del Getafe, Luis García, ya que según don Alfredo, el técnico azulón "hizo muchos gestos, se quejó en varias ocasiones e hizo aspavientos innecesarios" (¿le escribirá los artículos Látigo Serrano?). O sea, que el mítico don Alfredo DiStéfano no ha visto un partido del Real Madrid desde mayo de 2010 (si no, no se entiende que no haya visto a su entrenador "hacer muchos gestos, quejarse en varias ocasiones y hacer aspavientos innecesarios"). Eso, o a la ex-saeta rubia le censuran los partidos de su equipo.

Y por último, el inefable Jose Vicente Hernáez, en un alarde de originalidad, se acuerda de sus estimados amigos "de ahí arriba". Hernáez recuerda en su artículo de "La Otra Liga", "Clos Gómez pitó el penalty que no era" (al menos admite que no era penalty), que "la temporada pasada dejó (Clos Gómez) de señalar en el Bernabéu dos que sí lo fueron y expulsó injustamente a Carvalho" (como siempre, los errores a favor son minucias, los errores en contra hay que recordarlos hasta la extenuación -así parece que un sólo error se ha producido en realidad veintisiete veces-). Después de insistir en que, excepto en la "tontería" de señalar un penalty injusto con empate en el marcador, en que el árbitro no hizo más que perjudicar gravemente al Real Madrid de sus entresijos (como en el partido de la pasada temporada en San Mamés -?-), no puede más que, como comentaba al principio, recordar a un Barça que no pinta nada en este follón, para enumerar "objetivamente" los favores con los que Clos Gómez ha obsequiado, según el, al F.C. Barcelona: "al Barcelona, curiosamente, siempre le ha tratado bien..." ¿Qué tiene que ver?

Evidentemente, de la rueda de prensa post partido de José Mourinho, los palmeros habituales, sólo destacan que reconociese que la jugada de Cristiano Ronaldo no fue penalty. Su habitual coletilla contra Messi ("Cristiano no se tira como algunos"), no es demagoga, insensata, inmadura ni innecesaria y apenas merece algún comentario de afable complicidad, mientras que su teoría de que la errónea señalización del penalty, con 1-1, no influyó en el resultado, porqué "el Madrid iba lanzado", parece que no hace más que demostrar las dotes de pitoniso de Mou, que es capaz de preveer siempre, como se desarrollará un partido: si expulsan a Pepe por soltar el hacha, el árbitro se carga un partido que el Real Madrid habría ganado sin chutar ni una vez a portería, y si en cambio CR7 se tira a la piscina fuera del área y no es amonestado, como Messi, únicamente se adecúa el desenlace inevitable de un partido destinado a la ineludible victoria blanca. No problem, the Special One is the best.

En definitiva, si repasamos la acepción "cinismo" en el Espasa-Calpe, veremos que Roberto Gómez y Alfredo DiStéfano demuestran "desvergüenza o descaro en el mentir" y José Vicente Hernáez "defiende y práctica actitudes reprochables". No es necesario extenderse en otros célebres autores cavernarios. No tengo tiempo ni ganas.

Al fin y al cabo, son sólo unos cínicos.

9 comentarios:

  1. Me revuelven el estómago literalmente este tipo de personajes....

    Grandísimo post

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  2. Tiempo al tiempo... total, el futbol siempre te devuelve lo que le das

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  3. Lo peor de todo es que ellos mismos se creen eso que dicen.

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  4. Primero, te aconsejo que estudies un manual de gramática de la lengua española y aprendas a escribir bien los signos de puntuación. Entre tanta coma que has puesto me he cansado de leer al llegar al tercer párrafo.
    Segundo, lo que tú escribes aquí lo piensan también muchos aficionados merengues pero aplicado al Barça, sólo tienes que visitar unos cuantos foros y blogs madridistas para darte cuenta ¿cómo es posible que madridistas y culés piensen exactamente lo mismo los unos de los otros? ¿No será que ambos están equivocados?

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  5. Estarán ambos equivocados, el problema es que lo que piensan los aficionados culés es lo que piensan, mayoritariamente (perdón por las comas), los aficionados de todo el mundo más allá de un radio de 600 kms. alrededor de Mourinho (sólo tienes que visitar unas cuántas páginas web de diarios de todo el mundo -que no sean As o Marca-).
    Muchas gracias por tu comentario, y perdona mi mala gramática (aunque estudié mucho antes de la inmersión lingüística, intentaré enmendarme).
    Un saludo.

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  7. Perfecto Javier!

    Veremos el cambio de opinión cuando gane el Barça o pierda el Madrid. Yo más que cínicos los llamaría anormales, porque no se puede ser más gili* y menos profesional que esta "gente".

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