viernes, 4 de noviembre de 2011

Tiroteos inocuos.

A medida que uno va haciéndose mayor, comprueba que la revolución es una utopía.

Acontecimientos que parecen acarrear grandes cambios, son en realidad hechos irrelevantes. Ya lo dijo Lampedusa: “Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”.

Y pese a que el fútbol español ha sufrido una revolución, en la que el orden de las cosas podría parecer que ha cambiado sustancialmente, un tenaz grupo de irreductibles se aferra a la teoría lampedusiana apuntada en El Gatopardo:

-“¿Y ahora que sucederá?”
-“¡Bah! Tratativas pespunteadas de tiroteos inocuos, y después todo será igual, pese a que todo habrá cambiado”.

Es decir, la eclosión de un F.C. Barcelona de ensueño, que a nivel internacional está llamado a ser considerado como el mejor equipo de la historia, debe ser considerada en España, por obra y gracia del irredento núcleo duro del más acérrimo madridismo mediático, como un “tiroteo inocuo”, molesto pero necesario para que todo siga igual.

Sea cual sea la situación real, sólo hay una verdad divina, inspirada por un ser Superior, y cualquier desviación del guión pautado desde los tiempos de don Santiago Bernabéu supone un inaceptable sacrilegio para el pueblo elegido.

Es así como el mejor club de fútbol del siglo XX, puede vivir dando lustre sin rubor a los títulos logrados en el pasado, mientras que la queja histórica del que fue víctima de una situación sociopolítica determinante, no es más que el reflejo de un victimismo mamado desde la cuna por un colectivo de inadaptados futbolísticos periféricos.

Quejarse ahora de todo y por todo es, sin embargo, la obligación moral de los defensores de la tradición. Otros pueden ganar algo, pero habría que ir acabando con la bromita, no vaya a ser que la revolución siga dando mucho más por el saco y vaya a poner definitivamente en duda los cimientos del dogma florentiniano.

Recordemos que algunos cambios son admisibles si pretendemos que, en el fondo, todo siga igual.

Aplicando esta teoría hasta las últimas consecuencias, nos damos cuenta que el mejor Barça de la historia lo ha cambiado todo, y sin embargo, apenas si ha podido competir con su coetáneo madridista, porqué todo sigue igual para algunos.

En la edición digital del diario As, por ejemplo, nos encontramos hoy con el extraño informe elaborado por Marco Ruiz, Mr. Chip, “Mourinho, más goles y victorias que Guardiola”, en el que descubrimos que, en realidad, el Barça de Guardiola ni siquiera ha estado cerca de competir con la engrasada máquina diseñada por Mourinho.


Resulta enormemente esclarecedora la siguiente información:

Florentino escogió a Mourinho como antídoto para el Barça y Guardiola. Transcurridos los primeros 75 partidos oficiales del portugués (los cumplió en Lyon) los números dan la razón al presidente blanco. En esos 75 primeros encuentros Mourinho supera a Guardiola en número de victorias (56 por 52) y tiene diez goles más a favor y siete menos en contra…”

Es decir, queda claro que al calvorota con hipo le quedan muchos Alka-Seltzer que ingerir para llegarle a la suela del zapato a The Special One.

Lástima que el propio Mr. Chip deshinche un poco el globo, recordando que:

Pero a Guardiola le vistieron mucho más sus 75 primeros partidos con el Barça. Ganó cinco títulos: Liga, Champions, Copa y las Supercopas de España y de Europa (luego sumó también el Mundialito). Mourinho ha conseguido la Copa…

¡Maldición! Está claro que no todo puede ser de color de rosa en el paraíso blanco. Y más si tenemos en cuenta lo que acaba señalando Mr. Chip:

Desde que Pep y Mou dirigen simultáneamente a Barça y Madrid, se han enfrentado siete veces. Dos en Liga: derrota del portugués y empate; dos en Champions: derrota del Madrid y empate. Dos en la Supercopa: empate y derrota blanca. Y uno en la Copa: victoria para el Madrid. Mourinho ganó a Guardiola uno de los siete partidos, empató tres y perdió otros tres”.

Son realmente reseñables los equilibrios que realiza Mr. Chip para eufemizar la dura realidad. Que las derrotas se repartan entre “portugués”, “Madrid” y “blanca”, debemos aceptarlo como un más que acertado ejercicio de estilo, utilizado para evitar la redundancia. Pero que se deje la única victoria del Madrid de Mourinho, en Copa, para el final de la relación de resultados sorprende, ya que destaca el logro, pero rompe el orden cronológico que parece querer dársele al relato. A partir de ahí, que se utilice el nombre completo de los dos interfectos, sólo para indicar que “Mourinho ganó a Guardiola”, es la consecuencia lógica de la idea que se pretende transmitir.

Adoctrinados en la blanca verdad, deberíamos darnos cuenta de que la comparativa entre el Barça de Guardiola, y el Real Madrid de Schuster, Juande Ramos, Pellegrini y Mourinho refleja una igualdad de palmarés absolutamente ignorada por la malintencionada, e hipersensibilizada ante inexistentes campañas desestabilizadoras, prensa de Barcelona.

Además de la Copa del Rey, tan brillantemente obtenida en Valencia, el Real Madrid de lás últimas temporadas aporta al nutrido palmarés de la institución, galardones tan importantes como el Pichichazo de Ronaldo, una Champions no ganada que daría vergüenza de ganar, un campeonato de salto de Copa desde autocar, un concurso de metida de dedo en ojo ajeno, el gran trofeo villarato, la mención Dodotis al canguelo, accésit a la queja más original, mención especial del jurado a la mejor denuncia a rivales que se dejan ganar y así no se puede jugar y, sobre todo, el premio al juego limpio y las buenas maneras.

Todo ello, empequeñece espectacularmente las 2 Champions, 3 Ligas, 1 Copa del Rey, 3 Supercopas de España, 2 Supercopas de Europa y 1 Mundial de Clubes obtenidos en el mismo periodo de tiempo por el F.C. Barcelona. 


Por supuesto del 2-6, del 5-0, de los balones de oro y demás éxitos secundarios, mejor no hablar, no fuese que saliesen a relucir, como títulos honoríficos la conmemoración de los aniversarios de las gloriosas primeras Copas de Europa del Real Madrid.

3 comentarios:

  1. Los titulillos del Madrid, de traca!

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  2. Impresiona leer reflexiones sobre fútbol que no traten de subnormales a los lectores. ¡Felicidades!

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