Es muy fácil pretender estar a la altura del eterno rival, pero las distancias cortas desnudan las vergüenzas, y los de Mou no resisten la comparación con el mejor equipo del mundo en el cara a cara.
Ni la insuperable capacidad del entrenador portugués para fabricarse un arsenal de quejas con las que dar munición a su entorno mediático puede tapar la verdad.
Está demostrado que la obsesión por restar méritos al rival buscando cualquier tipo de excusa ajena al juego, es incapaz de superar en el terreno de juego al concepto claro de como se juega al fútbol.
"La suerte ha hecho un poco la diferencia", declaraba un Mourinho desencajado pocos minutos después del final del partido, insinuando además que el primer gol del Barça llega porqué sus jugadores están condicionados a la hora de frenar a Messi.
Nada ha cambiado. Todo sigue igual. Dentro de una semana volverán a oírse aullidos desde la caverna, y eso es bueno, porque mientras la máxima preocupación del aparato de propaganda blanco sea anunciar el fin de ciclo, los demás podremos seguir disfrutando del mejor fútbol de la historia.
todo muy bonito, pero mañanaa ya veras que como calificaran el partido de atraco a mano armada-
ResponderEliminarNo lo dudes ni un momento...
ResponderEliminar¿quejarse del arbitraje?imposible.¿suerte?si.si messi hubiera querido hacer sangre,estariamos hablando de un resultado historico.
ResponderEliminarSolo vi la segunda parte del partido y me gustó mucho el juego del Barça. Luego vi los dos goles de la primera parte y me hace mucha gracia que el gol de Xavi fuese suerte (que lo fue) y el de Benzema no. Por favor, que a él le llegó el balón porque le dio en el culo a Busquets.
ResponderEliminarMourinho no sabe perder, eso ya lo sabemos todos, incluyéndolo a él. Y Casillas, ese futbolista al que yo respeté hasta abril o mayo de este mismo año, cada vez se parece más a él en ese sentido. Pero por muchas tonterías que digan, por mucho que lloren, por muchas excusas que se inventen, la realidad es ésta: el Barça ganó ayer 1-3. Al final lo que queda es eso. No hay más que ver cómo hablan los medios extranjeros, que no están infectados ni por la caverna ni por los panfletos culés.
Ladran, luego cabalgamos. Eso es todo.
¿Sueñan los lecheros con los culés eléctricos?:
ResponderEliminar“Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: a Iniesta levantar un balón en la cal por encima de Coentrao, le he visto acelerar sólo dos pasos para dejar atrás a un rival más. He visto un paradón de Valdés después de la pifia comenzado el encuentro, pero aún así volviendo a jugarla con el pie. He visto un Cesc lanzarse de cabeza a por un balón como el mejor de los delanteros. He visto a Messi defender persiguiendo la pelota por la banda. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia sobre el césped del Bernabéu".
La Liga puede ser cosa de los perseguidores: del Barça Runner.
Javier. Es lo de siempre. Ayer en Telemadrid lo único que les importaba era que Mourinho con ese resultado no podía superar los partidos ganados por Miguel Muñoz. Lamentable. Volverán las oscuras golondrinas, volverán.
ResponderEliminarHe escrito mi propia crónica, buscando rival digno para clásico decente. Espero que te guste. Un abrazo
http://yonoselachupoacr7.blogspot.com/2011/12/se-busca-rival-digno.html
A partir de mañana empezarán a restar méritos al Barça como siempre hacen. Pero ya da igual, porque ayer se demostró quién manda en realidad.
ResponderEliminarAunque eso podemos adelantarlo a hoy mismo, en Deportes Cuatro ha sido una vergüenza que el resumen del partido fuera más bien el resumen de los ataques blancos pareciendo de ese modo que incluso RM había sido mejor que el equipo que ganó. Pero da igual, porque ayer se demostró quién manda.
Y ahora sólo deseo que el RM se encuentre con un equipo de verdad en Champions que le ponga las cosas difíciles, porque a día de hoy el proyecto mourinhiano sól ose ha enfrentado al Barça siendo Pep el que ha tenido que derrotar dos veces al ManU o habiéndose cruzado con Inter o un Milán que no es lo que era cuando ganó al RM recientemente. En fin, sensaciones inmejorables para intentar cerrar el último título de este, ya de por sí, gran 2011.