martes, 13 de diciembre de 2011

¿Quién mea realmente colonia?

El madridismo vive inmerso en la gran paradoja en la que le ha instalado una caverna que no quiere aprender de sus errores.

Después de décadas menospreciando al gran rival en base a una notable diferencia de palmarés, parece que el palmarés es mera anécdota y se ensalza un pasado en blanco y negro, hasta que la consecución de una Copa del Rey es capaz de eclipsar Champions, Ligas, Supercopas de Europa y de España, Mundialitos e incluso otras Copas del Rey.

Después de lustros ninguneando al gran rival por una madriditis entendida como inequívoco signo de debilidad, la barcelonitis se convierte en la idea central que explica el madridismo del siglo XXI.

Después de años cachondeándose del gran rival por un victimismo basado en árbitros y comités, el merengonismo militante adopta el villarato, el platinato y el llourinhismo como argumentos centrales capaces de explicar la hegemonía blaugrana.

Pero la gran contradicción cavernaria es su machacona insistencia en criticar hasta la obsesión comportamientos ajenos, reales o ficticios, que ella misma es capaz de elevar al máximo exponente.

Resulta desquiciante que los mayores hipócritas de la galaxia sean capaces de hostigar al símbolo de su fustración con la extraña acusación de mear colonia, cuando, año tras año, caen en el políticamente correcto vicio de disfrazarse de objetivos cronistas de la realidad, para despojarse rápidamente de ese disfraz que, sin embargo, justifica cualquier posterior pasada de frenada.

No hay más que ver las soflamas lanzadas inmediatamente antes de los últimos clásicos, llamados a ser el punto de partida del tan anhelado fin de ciclo, convertidas después en portadas que parecen devolver la cordura a una fanatizada prensa deportiva.
Sin embargo, eso no es más que una enorme meada de colonia utilizada como coartada para, inmediatamente, retomar un bucle autodestructivo en el que se repiten gestos y actitudes que, lejos de acompañar un proyecto deportivo capaz de mostrarse como alternativa, jalea una huida hacia adelante llamada a recordar una abollada Copa del Rey como el mayor hito de un mourinhismo adueñado de una institución centenaria.

Ese bucle, lo sugiere hoy en As Alfredo Relaño, en su aparente loa al Barça, La duda es si Mourinho está en el camino, cuando dice que "en fútbol, el Barça está por delante y cara a cara lo impone", pero acto seguido enseña la patita cuando, misteriosamente, resucita al hijo bastardo de su villarato, el platinato, apuntando que "con un fútbol muy físico puso en apuros el Chelsea al Barça, cuando aquella célebre semifinal de Ovrebo".

¿Obrevo? No es más que el primer paso para volver, con una mourinhista excusa más en la mochila (la suerte), al incansable acoso y derribo que culminará la próxima primavera, para regocijo merengue generalizado, con despertares de la bestia, fines de ciclo y pichichazos galácticos.

4 comentarios:

  1. Lo de Obrevo en su columna está metido con calzador, la leí el domingo y me pareció totalmente fuera de lugar. ¿Por qué no se acuerda del partido del Giuseppe Meazza donde ganó el Inter con alguna ceguera arbitral? Porque contra el Chelsea empataron, pero claro como la lió el árbitro PARA LOS DOS LADOS lo que se recuerda es eso. En fin, sabemos cómo actúa este pseudoperiodista: como el resto de forofos.

    ResponderEliminar
  2. Es alucinante comprobar que, una vez más, no aprenden de sus errores. Si el Madrid no gana, lo suyo sería mirar qué errores comete y solucionarlos, no mirar factores externos. Se ve que esto último reporta más ventas de periódicos porque de otro modo es inexplicable esta ceguera.

    ResponderEliminar
  3. Pedro, para aprender de los errores primero hay que admitirlos, y ni la caverna ni Mourinho tienen esa capacidad. El madridismo en general supongo que sí (sigo negándome a creer que la mayoría de los madridistas son así de ciegos), pero lamentablemente parece que no tienen voz. Es triste, pero es así.

    En fin, lo de la central lechera siempre será así: hipocresía y doble rasero. Si Guardiola fuese un bocazas como Mourinho dirían que no respeta nada. Pasa lo mismo con Piqué o Xavi, que deberían callarse bastante a menudo. Ellos dos sueltan alguna que otra perlita y son unos sinvergüenzas independentistas; Mourinho suelta una detrás de otra y, encima, mintiendo y "va de cara" y "pone voz al madridismo". Ya no sorprende nada. Y eso es lo más triste.

    PD. Obviamente, en "Futboleros" llevan desde el sábado buscando algo a lo que llamar villarato y parafraseando a Mourinho con lo de la suerte. Asombroso, ¿verdad?

    ResponderEliminar
  4. Que bien te expresas coñe!! Nada que añadir a lo dicho por Javier ni a los comentarios anteriores. Más de lo mismo en este país de pandereta.

    Veremos en unos años con el 80% de la población analfabeta.

    ResponderEliminar