lunes, 30 de enero de 2012

Grandes mitos del barcelonismo. Capitulo IV: Marinho.

Mário Peres Ulibarri, Marinho, fue un defensa central brasileño, que después de capitanear a la selección brasileña en el Mundial de Alemania de 1974, fichó por un F.C. Barcelona ávido de exóticos brasileños (oriundos a ser posible).

Marinho era, y aún es, brasileño, pero no demasiado exótico. Mário Peres (¿o Pérez?), hijo de españoles, nació el 19 de marzo de 1947 en Sorocaba y pese a provenir de un club con tanta solera como era el Santos, su aportación a la seleçao se enmarca en la época en que Mário Zagallo decidió olvidarse de jugar al fútbol y montó una más que leñera defensa, con  Leão  en la portería, Ze María y Francisco Marinho en los laterales y Luiz Pereira acompañando al propio Mario Marinho en el centro. 


Aquella canarinha quedó cuarta en el Mundial '74, cayendo eliminada en semifinales por la Naranja Mecánica de los holandeses Rinus Michels y Johan Cruyff.

Mr. Mármol, que además de seleccionador holandés era entrenador del Barça, decidió que para implantar el fútbol total en Barcelona, la aportación de un jugador total como Johan Neeskens y de un repartidor total como Marinho podía ser útil, y de esta forma, en el otoño de 1974, Mario Marinho aterrizó en la Ciudad Condal junto al otro Johan para disputarle la titularidad a Toni Torres, previo pago de 22 millones de pesetas al Santos.

En la temporada 74-75, Marinho disputó la aceptable cifra de 24 partidos, 17 de ellos en Liga, en la que debutó en la décima jornada ante el Celta de Vigo y consiguió marcar 3 goles.

Los grandes objetivos blaugranas de aquella temporada, revalidar la Liga y conquistar por primera vez la soñada Copa de Europa, se fueron al garete. El Real Madrid se adjudicó el campeonato doméstico, aventajando en 13 puntos a un F.C. Barcelona que acabaría tercero. En Copa de Europa, el Barça cayó en semifinales frente el Leeds United, que perdería la final ante el Bayern de Munich.

       Marinho, Cos y Heredia                                                   

Con semejante panorama, Michels hizo las maletas y le cedió el puesto a otro simpático joven, el alemán Hennes Weisweiler, que decidió que Marinho no tenía sitio en el Barça.

El brasileño disputó sólo 3 partidos con el Barça de Weisweiler, vistiéndose por última vez de blaugrana el 7 de diciembre de 1975, sustituyendo a Neeskens en Atocha, ante la Real Sociedad.

Viendo que iba a jugar más bien poquito, Marinho llega a un acuerdo con el club presidido por Agustí Montal y ese mismo mes de diciembre fue traspasado, por bastante menos dinero del que costó, al Internacional de Porta Alegre.

Marinho jugaría una temporada y media en Porto Alegre, de donde pasó al Galicia Esporte Clube y posteriormente al América, donde colgó las botas en 1981, con 34 años.

La temporada siguiente, tomó las riendas como técnico en el propio América brasileño, iniciando así una prolífica carrera como técnico en numerosos clubes brasileños y portugueses, que finalizó, de momento, en 2009 con el Atlético Sport Aviação angoleño.

@extrizquierdo

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